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Ciudad de México.— El gobierno de Estados Unidos confirmó su retiro del acuerdo firmado en 2019 que suspendía una investigación antidumping sobre la importación de jitomates frescos mexicanos, una medida que implica la reimposición de aranceles que podrían afectar de manera directa a los productores del norte del país, especialmente en los estados de Sinaloa y Sonora.
La administración estadounidense justificó su decisión al argumentar que el pacto ya no protegía adecuadamente a sus productores locales frente a la llegada de jitomates mexicanos “a precios injustos”. En consecuencia, se restableció un arancel, que inicialmente fue de casi 21 por ciento y luego se ajustó al 17 por ciento.
La presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció este lunes durante su conferencia de prensa matutina, señalando que el gobierno federal ya trabaja “de la mano” con productores nacionales para mitigar los efectos negativos. Sin embargo, no especificó qué tipo de apoyo brindará su administración.
“Son decisiones que toman desde Estados Unidos. Es muy difícil que se deje de exportar jitomate a Estados Unidos porque no les alcanza con su producción nacional para cubrir la demanda”, sostuvo la mandataria, restando gravedad al impacto comercial inmediato, aunque sin presentar medidas concretas de respaldo.
Este nuevo escenario comercial genera incertidumbre en el sector agrícola, ya que México es uno de los mayores exportadores de jitomate a nivel mundial, y el mercado estadounidense representa uno de sus principales destinos.
