

Sandra González
El Buen Tono
Orizaba.- Lo que comenzó como una promesa de formación médica con prácticas hospitalarias, se ha convertido en una pesadilla para los alumnos del último año de la Escuela Superior de Medicina del CETUG. Hoy, al exigir explicaciones, reciben a cambio amenazas de expulsión. “Estamos temblando, no por una cirugía, sino por saber si tendremos o no título. Nos vendieron una mentira”, denuncian.
Durante cinco años, los estudiantes pagaron colegiaturas e inscripciones con la promesa de realizar su internado médico en alguna institución. Sin embargo, ahora que han llegado al último tramo de su carrera, les informaron que no hay plazas disponibles y no hay garantía alguna de cumplir con esa etapa para titularse.
Las acusaciones directas fueron contra el director general, Víctor Manuel García; su esposa, la rectora Sirenia Domínguez; y el coordinador académico, Alejandro Navarrete. Los señalaron por engañar, incumplir acuerdos y ejercer presión mediante amenazas contra los estudiantes.
