En el marco de la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, dio a conocer un preocupante fenómeno: integrantes del crimen organizado en México han reclutado a ciudadanos colombianos, varios de ellos con perfil militar, para participar en actividades delictivas dentro del país.
Durante su intervención, el secretario informó sobre una reciente operación en la zona limítrofe entre Michoacán y Jalisco, donde fueron detenidas 17 personas presuntamente implicadas en un ataque contra elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), que dejó como saldo ocho militares fallecidos.
Lo alarmante del caso es que entre los detenidos se encuentran 12 ciudadanos colombianos, de los cuales 9 son exmilitares y 3 civiles, todos ellos señalados por su presunta participación directa en estos hechos violentos.
Ingreso al país y coordinación con Colombia
García Harfuch precisó que, de acuerdo con las entrevistas realizadas durante la investigación, estas personas ingresaron legalmente a México por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Ante esta situación, el Gobierno de México ya ha establecido un canal de comunicación y cooperación con las autoridades colombianas, con el objetivo de frenar el reclutamiento de exmilitares sudamericanos por parte del crimen organizado.
“Se ha detectado un patrón claro de reclutamiento de perfiles con entrenamiento militar por parte de organizaciones delictivas en nuestro país. Por ello, mantenemos coordinación constante con el gobierno colombiano para evitar que esta situación se repita”, afirmó el titular de la SSPC.
Asimismo, descartó que entre los detenidos existan vínculos con grupos armados como las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), señalando que no se ha encontrado ninguna relación con movimientos guerrilleros.
69 colombianos ya fueron repatriados
Como parte de las medidas adoptadas, García Harfuch informó que se ha logrado repatriar a 69 personas de nacionalidad colombiana en colaboración con las autoridades de ese país, como parte de un esfuerzo conjunto por desarticular estas redes internacionales de delincuencia.
Este caso refleja el creciente nivel de sofisticación del crimen organizado en México y plantea importantes desafíos para la seguridad nacional, así como para los mecanismos de control migratorio y cooperación internacional.
