Enterarse de lo que sucede en el país se convierte en un riesgo para la salud, por los problemas hepáticos que puede generar. Primero por lo indignante de la situación y segundo, por la pérdida de amistades, pues nadie acepta ser cuestionado por su actuación como servidor público, como proveedor de un bien público como lo es la información, o como proveedor de los servicios públicos.
Veamos algunos ejemplos. Noticia de primera plana en la zona centro del estado, es la ampliación del presupuesto para la remodelación del mercado revolución de 60 millones de pesos presupuestados originalmente a 160
millones de pesos.
Esta práctica es común entre todos los colores del gobierno. Le otorgan la obra a la constructora de confianza, quien presenta el presupuesto más barato, y luego le otorgan ampliaciones. Práctica ya realizada en administraciones priístas y panistas en la ciudad
de Córdoba, Ver.
El ayuntamiento está obligado a explicar a la ciudadanía las razones de dicho aumento del presupuesto, para evitar pensar que están haciendo su cochinito para las próximas elecciones. O para el retiro de algunos de sus integrantes.
Curiosamente si hay explicación, pero sale como inserción pagada en un medio de comunicación. Los demás, los que cuestionan este incremento no le otorgan el derecho de réplica al ayuntamiento, ni publican su explicación… ¿Será que no conviene? O sólo porque no paga publicidad.
Hace apenas unos días, salió en la prensa, la noticia de que el hijo de un ex funcionario de obras públicas de Córdoba, realizó infinidad de obras para la dependencia denominada espacios educativos, dejando entrever que el mayor mérito de dicha constructora era ser propiedad del hijo del director de obras públicas del influyente Francisco Portilla Bonilla. Hasta el día de hoy nadie ha aclarado nada, apostando al olvido por parte de la opinión pública.
El Secretario de Seguridad Pública estatal trata de dar tranquilidad a la población ante la creciente ola de asesinatos, explicando que se trata de una lucha entre bandas rivales por el control de
la plaza de Córdoba.
Se le agradece la sinceridad, pero eso no evita recordarle que aún los integrantes de dichas bandas son ciudadanos y merecen la protección de su vida y bienes, y que incluso en caso de ser juzgados y encontrados culpables, siguen siendo ciudadanos y deben ser protegidos. Lo cual implica que cada muerto, cada robo, cada secuestro, es una falla del sistema de seguridad pública que no por ser joven y recién implementado, merece justificar sus deficiencias.
El presidente de la República insiste en postular al ex funcionario panista Eduardo Medina Mora como ministro a la suprema corte de justicia de la Nación, a pesar de la ola de protestas e indignación, pues el pueblo enterado de México sabe que no merece estar en el supremo tribunal del país.
Sin embargo, el presidente Peña no ha entendido que ya no es gobernador, y que por lo tanto no puede gobernar a su antojo, sin rendir cuentas. Ahora está bajo el escrutinio de todos, a nivel nacional e internacional. Y a pesar de ello, no ha retirado su propuesta, que ofende a la Nación.
Dentro de la guerra sucia para enlodar previo a las elecciones acusan al alcalde de Córdoba, Tomás Ríos de maltratar a una reportera. (Desconozco de quien se trate), pero es de todos conocido que Tomás Ríos es incapaz de maltratar a nadie (personalmente)…
A nivel estatal se cometen errores gravísimos de protocolo. En la reciente visita de Peña Nieto a los Tuxtlas, aparece detrás de él a un lado, en el presídium Ranulfo Márquez, quien fue expuesto ante la opinión pública y dado de baja de su puesto, por haber desviado recursos públicos para campañas electorales, y quien goza una vez más de las mieles del presupuesto, ocupando un nuevo cargo público.
Los encargados de las giras del presidente, no deben permitir que personajes con esos antecedentes aparezcan cerca del presidente, y los responsables de atenderlos en Veracruz debieran tener un poquito de
sensibilidad al respecto.
Pero está claro que en ambos equipos, los de Veracruz y los del DF hay una serie de chambones que no cumplen correctamente con su función. Espero que ni Peña ni Duarte se hayan dado cuenta de ese
gravísimo error.
En Fortín, pegado a Córdoba, hay un boulevard en muy malas condiciones, cuya construcción se sospecha se cobró cuando menos dos veces. Una cuando se hizo al 50%, y la segunda, cuando el entonces secretario de la SIOP asumió la responsabilidad y lo corrigió y terminó… sin embargo, hay grietas y baches por todos lados, EN UN BOLUEVARD DE CONCRETO, que debería haber durado 20 años. Hasta el momento nadie ha dado una explicación ni Armel Cid alcalde, ni Gerardo Buganza quien asumió la responsabilidad de dejar ese boulevard en perfectas condiciones.
Estos son botones de muestra, pero en realidad hay miles y miles que surgen diariamente, en dónde se demuestra que en México puede salir a la luz cualquier cosa, y el funcionario en turno o el implicado, simplemente espera a que salga el próximo escándalo y se olvide el propio.
En lugar de tomar cartas en el asunto, explicar a los ciudadanos los como y los porqués, e incluso, que las propias autoridades tomen cartas en el asunto cuando algo sea
incorrecto o impropio….
Pero…. Seguimos en el país dónde no pasa nada, pues los ciudadanos apáticos e irresponsables en los asuntos de la comunidad lo permiten.
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