

De la Redacción
El Buen Tono
CÓRDOBA.- A pesar de tener cuentas pendientes con el Orfis y un amplio historial de señalamientos por presunto enriquecimiento ilícito, la exalcaldesa panista Leticia López Landero continúa beneficiándose del presupuesto público. A través de la Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas, el Estado le renta por más de 80 mil pesos mensuales una propiedad ubicada en el fraccionamiento Alameda, que fue su residencia particular durante su administración (2018–2021).
La permanencia de este vínculo financiero con el Estado se logró gracias a la cercanía que mantiene con el exsecretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros Burgos, “Bola 8”, quien con el apoyo de su entonces pareja sentimental y actual fiscal general del Estado, Verónica Hernández Giadáns, le favorecieron, en una clara evidencia de la protección a los pactos heredados del yunismo, concretamente del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien durante su mandato abrió la puerta para que Leticia López se afianzara como parte de un esquema político, pero que ahora se ha visto reducida a una simple operadora política que se vende al mejor postor para lograr un puesto político para sus hijos.
Durante su gestión municipal, Leticia López acumuló una considerable cantidad de bienes inmuebles, cuya procedencia ha sido objeto de críticas y sospechas. Entre los bienes adquiridos o construidos se encuentra un terreno en el Campestre, edificado con recursos, personal y maquinaria del ayuntamiento, destinado a su hijo Isaac. Una residencia en la misma zona residencial, presuntamente para ella y su esposo. Un predio con bodega para almacenamiento de chatarra en la colonia San Miguelito. Un gimnasio adquirido para su hijo. La compra de una franquicia de restaurante en Córdoba y otra en Ciudad de México.
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