De la Redacción
El Buen Tono
CDMX.- En medio del escándalo está Miguel Ángel Yunes Linares, senador suplente de Morena, artífice de la aprobación de la Reforma Judicial. Captado en un lujoso restaurante de Capri, Italia, donde derrochó millones en champaña de 2 mil euros por botella, caviar, langosta y mariachis privados. Según el programa “Me Lo Dijo Adela”, llegó en yate blanco y portaba un reloj Audemars Piguet de 4 millones de pesos. El lugar, Conca del Sogno, es exclusivo, en la Bahía de Recommone (Massa Lubrense) en Italia, con acceso por barco y reservas mínimas de 5 mil euros.
Mientras Adán Augusto y la dirigencia de Morena promueven consignas de austeridad republicana —como recortes salariales a funcionarios—, el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares y su familia exhiben un estilo de vida obsceno:
Yunes Linares, recién afiliado a Morena, votó a favor de la polémica Reforma Judicial, desbloqueando el estancamiento en el Senado. Su celebración coincide con recortes presupuestales a instituciones públicas.
Los Yunes representan la “mafia del poder” que López Obrador denunció por décadas. Hoy, pactan con Morena para garantizar impunidad: Fernando Yunes (hermano del senador titular) tiene orden de aprehensión por daño patrimonial de 92 millones de pesos, y el clan acumula acusaciones de desvío de fondos en Veracruz.
La alianza entre Morena y los Yunes evidencia un trueque político: Yunes Márquez apoyó la Reforma Judicial a cambio de blindaje legal. Su padre, Yunes Linares —acusado por Lydia Cacho de encubrir redes de pederastia en Los demonios del Edén—, ahora ocupa una curul en el Senado, tras una licencia estratégica.
Javier Duarte, ex gobernador, tildó el “acuerdo de impunidad con la 4T” en redes sociales.
Testigos en el pasado, como Edith Encalada, vincularon a Yunes Linares con Jean Succar Kuri. Según testimonios, ingresó con una niña de 8 años a una villa donde operaba la red de explotación infantil. Además, los Yunes son símbolos de corrupción: 90 propiedades en México, España y EU (incluyendo departamentos en Madrid y una mansión en Florida), adquiridas con dinero público.
La fiesta sintetiza la podredumbre sistémica: políticos que transitan entre partidos protegiendo privilegios. Morena, al validar a Yunes, traiciona su discurso de “austeridad” y “justicia”. Mientras Adán Augusto se tambalea en el escándalo —porque su secretario de Seguridad, Hernán Bermúdez, es acusado de ser jefe de un cartel de la droga.
