La Liga MX acaba de recibir un verdadero golpe bajo a pocos días del arranque del nuevo periodo de transferencias. Dos históricos del fútbol mexicano, Pumas de la UNAM y Atlas FC, han sido notificados oficialmente por la FIFA: no podrán registrar nuevos jugadores para el torneo Apertura 2025.
La sanción, que cayó como un rayo en medio cielo despejado, impacta directamente los planes de ambos clubes y genera un ambiente de preocupación entre sus fieles aficionados. ¿El motivo? Irregularidades en el registro y documentación de jugadores, aunque los casos presentan matices distintos.
🟡 Pumas: en alerta máxima y buscando respuestas
Los primeros en confirmar el castigo fueron los Pumas, que emitieron un comunicado oficial expresando su inconformidad y preocupación:
“El Club Universidad Nacional informa que este día fue notificado por parte de la Comisión Disciplinaria de la FIFA de la imposibilidad para la inscripción de jugadores.”
La directiva universitaria movió rápidamente a su equipo jurídico, el cual ya trabaja para ofrecer las aclaraciones necesarias ante la FIFA y, de ser posible, revertir o mitigar la sanción. El momento no podría ser peor: los auriazules buscan reforzar su plantel para un torneo que se anticipa exigente.
🔴 Atlas: cumplimiento tardío, pero con optimismo
En Guadalajara, el Atlas FC también confirmó la sanción, aunque con un matiz más alentador. Según su comunicado, el club ya cumplió con los requerimientos que generaron la sanción, aunque fuera de plazo:
“Los requisitos documentales y administrativos solicitados por la FIFA Clearing House ya fueron atendidos y cumplidos durante la segunda quincena de mayo.”
Esto convierte la sanción en temporal, según la directiva rojinegra, y no debería afectar de manera significativa la conformación del plantel. De hecho, ya han solicitado formalmente que se levante la prohibición lo antes posible.
⚠️ ¿Qué implica esta sanción?
Si la FIFA no levanta la sanción a tiempo, tanto Pumas como Atlas se verán obligados a competir en el Apertura 2025 con sus plantillas actuales, recurriendo a jugadores de fuerzas básicas para cubrir cualquier vacío. Esto podría cambiar completamente el panorama táctico de ambos clubes y obligarlos a apostar por la continuidad y el talento juvenil.
En medio del caos y la incertidumbre, queda claro que este episodio pone bajo la lupa la gestión administrativa en el fútbol mexicano y recuerda que, en el fútbol moderno, un error fuera de la cancha puede costar caro… muy caro.
