Efraín Hernández
el buen tono
Amatlán.- La holgazanería del alcalde, Luis Arturo Figueroa Vargas, volvió a quedar al descubierto, tras despilfarrar más de 3 millones 400 mil pesos para la construcción de un pozo profundo en Peñuela.
La obra resultó inservible por la flojera de su administración para obtener la concesión federal de uso de agua.
La inversión millonaria, registrada bajo el número de obra 2023300140022, y contrato 2023300140022, evidenció la falta de gestión y planeación que caracteriza al actual gobierno de Amatlán.
El proyecto contemplaba la perforación y entubado de un pozo entre la prolongación de la calle Francisco I. Madero Bis, y la calle Emiliano Zapata, en el antiguo camino a Paraje. Aunque el ayuntamiento reportó el inicio de los trabajos el 26 de julio de 2023, y su conclusión el 26 de octubre del mismo año, la obra nunca pudo utilizarse legalmente, ya que carece del título de concesión emitido por la Comisión Nacional del Agua, (Conagua).
Tramposos
El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), en su revisión de la Cuenta Pública 2023, responsabilizó al ayuntamiento de Amatlán de los Reyes por esta grave omisión, lo que también es corrupción.
Dejó en claro que la administración de Figueroa Vargas falló en concluir la obra, pero también violentó procesos indispensables para su funcionamiento.
Del monto contratado originalmente por 3 millones 847 mil 80 pesos, tras una reducción de metas se pagaron 3 millones 450 mil 234.50 pesos, que hoy representan un gasto inútil, pues el pozo permanece cerrado y sin poder operar para beneficio de los habitantes de Peñuela.
Flojo
Mientras el alcalde continúa promoviendo su imagen con obras “concluidas”, en los hechos, su gobierno exhibe un patrón de holgazanería, simulación y falta de resultados, afectando a comunidades que siguen careciendo de servicios básicos como el acceso al agua potable.
Con esta nueva observación, el edil Luis Arturo Figueroa suma otro escándalo a su lista de promesas incumplidas, dejando claro que, para su administración, la simulación pesa más que las verdaderas soluciones para los problemas.
