CAMP LEATHERNECK.-La última unidad de marines estadunidenses y de tropas de combate británicas presentes en Afganistán terminaron oficialmente sus operaciones el domingo, luego de transferir el control de una gran base militar a los afganos.
Las banderas estadunidenses y británicas fueron bajadas tras ser izadas por última vez en la sede regional de las fuerzas militares internacionales, 13 años después de que la caída del régimen islamista radical de los talibanes iniciara una larga guerra en el país asiático.
El campamento de Leatherneck es la mayor base de Estados Unidos que se entrega al control afgano, a meses de que la coalición termine su misión de combate a fines de año y entregue la mayor parte de la responsabilidad de luchar contra la insurgencia al Ejército y a la policía de Afganistán.
Las fuerzas británicas transfirieron al mismo tiempo el control del adyacente Camp Bastion.
Alguna una vez un complejo que albergó a unas 40 mil personas, la base del Comando Regional de la coalición parecía el domingo un pueblo fantasma.
Está vacío ahora. Cuando llegué aquí, aún era muy concurrido, había mucha gente alrededor”, dijo el capitán de los marines Ryan Steenberge. La estimación oficial más reciente sobre las tropas internacionales combinadas en la base era de 4 mil 500 militares, pero estos últimos se irán pronto, dijeron las autoridades.
Tomado de Excélsior
