AGENCIA
CDMX.- La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) confirmó que el exceso de velocidad fue la causa principal de la volcadura y explosión de una pipa de gas en Iztapalapa, siniestro ocurrido el 10 de septiembre que dejó un saldo de 13 personas muertas y decenas de heridos.
En conferencia conjunta con el gobierno capitalino, la fiscal Bertha Alcalde Luján presentó el dictamen preliminar en materia de tránsito, el cual establece que la unidad perdió el control debido a la velocidad con la que circulaba. El impacto contra el pavimento y el muro de contención ocasionó la ruptura del tanque y la posterior explosión.
La investigación se centra en tres delitos: Homicidio culposo, lesiones culposas y daños culposos en vehículos. Alcalde subrayó que, contrario a versiones difundidas en redes sociales, no se detectaron baches en la zona del percance. “Contamos con pruebas fotográficas que lo descartan”, aseguró.
La jefa de Gobierno, Clara Brugada, respaldó esta versión e invitó a medios de comunicación a constatar las condiciones del pavimento. Precisó que tras el accidente se realizaron trabajos de limpieza y atención en la carpeta asfáltica, pero no en el área exacta del siniestro.
En cuanto a la reparación del daño, Brugada informó que la empresa Transportadora Silza, responsable de la unidad, deberá asumir la responsabilidad legal. Mientras tanto, los gobiernos de la Ciudad de México y del Estado de México otorgarán apoyos económicos inmediatos: 20 mil pesos para los lesionados hospitalizados y 50 mil para familiares de las víctimas mortales. En total, se entregarán 68 apoyos iniciales, 44 por parte de la CDMX y 24 del gobierno mexiquense.
Paralelamente, autoridades habilitaron centros de acopio para recibir víveres, ropa e insumos médicos en apoyo a las familias afectadas, instalados en facultades de la UNAM -como FES Iztacala, FES Aragón, Ciencias Políticas y Sociales, Psicología- así como en hospitales como el Emiliano Zapata y el Rubén Leñero.
La tragedia en Iztapalapa ha generado consternación social y puso nuevamente en el centro del debate la regulación y supervisión del transporte de materiales peligrosos en la capital y en todo el país.
