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Fiscalía había declarado ‘muerte natural’ a Claudia Andrea en 2019, pero fue víctima del asesino serial de Iztacalco

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AGENCIA

CDMZ.- Claudia Andrea, una joven víctima del feminicida serial de Iztacalco, Miguel “N”, fue encontrada muerta el 30 de diciembre de 2019 por su hermano José Ángel, en el departamento donde vivía. Inicialmente, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CdMx) clasificó su muerte como natural, adjudicándola a un paro cardiorrespiratorio. Sin embargo, la familia de Claudia dudó del diagnóstico, debido a diversas irregularidades que observaron al encontrar el cuerpo.

José Ángel y otros familiares descubrieron que la puerta del departamento de Claudia no tenía ni la llave ni la cadena puestas, elementos que ella siempre usaba para asegurar la entrada. Además, el cuerpo fue hallado debajo de varias cobijas y sábanas. El celular de Claudia tampoco estaba en el lugar, aunque siguió activo varios días después de su muerte. Asimismo, la tarjeta de débito de Claudia fue utilizada en distintos lugares luego de su fallecimiento.

Al presentar estas anomalías a las autoridades, José Ángel fue amenazado por un comandante cuya identidad no recuerda. Según relató, el comandante le mostró su pistola y le advirtió que no debía cuestionar el diagnóstico de muerte natural. Pese a las amenazas, la familia de Claudia insistió y acudió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), logrando que la causa de muerte se cambiara a homicidio, aunque las investigaciones no avanzaron mucho después de eso.

Claudia mantuvo una relación sentimental con Miguel “N”, el supuesto feminicida serial. José Ángel relató que su hermana conoció a Miguel en 2013, pero su relación no prosperó en ese momento, ya que ella tenía pareja. Se reencontraron años después, cuando trabajaron en la misma cadena de hospitales, y comenzaron a salir. De esta relación solo estaba enterada la hija de Claudia.

El último contacto que la familia tuvo con Claudia fue el 27 de diciembre de 2019, cuando les informó que estaba bien y que volvería a comunicarse. Sin embargo, pasaron dos días sin tener noticias, por lo que su familia decidió viajar desde Morelos a Ciudad de México para buscarla en su departamento en Azcapotzalco. Al llegar, José Ángel encontró la puerta sin seguro y a su hermana muerta sobre la cama, cubierta con varias sábanas y cobijas.

El retraso en el cambio de la causa de muerte a homicidio y las amenazas recibidas por José Ángel generaron indignación en la familia y en la comunidad. A través de amigos y conocidos, la familia descubrió más detalles sobre la relación de Claudia con Miguel “N”, incluido su carácter posesivo y celoso.

También surgió información sobre otra posible víctima de Miguel “N”. Se trata de Frida Sofía, una mujer de Tlacotepec, Morelos, quien desapareció en 2015 y podría estar entre las víctimas del feminicida serial.

La familia de Claudia continúa exigiendo justicia y claridad en las investigaciones, mientras que el caso resalta las preocupantes fallas en el proceso judicial y la necesidad de proteger a las mujeres de la violencia y el feminicidio.

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