Un juez federal ha dado un plazo de 60 días para que el estado de Florida cierre el controvertido centro de detención de inmigrantes conocido como Alcatraz de los Caimanes. La jueza Kathleen Williams prohibió que se trasladen más detenidos al lugar y detuvo cualquier ampliación, incluyendo nuevas construcciones o instalación de iluminación industrial.
Además, el estado deberá retirar generadores, gas, aguas residuales y otros desechos, devolviendo la pista de aterrizaje a su estado original, un proceso que busca garantizar la seguridad de la zona durante la remoción.
El congresista Maxwell Frost, demócrata por Orlando, informó que actualmente quedan 336 migrantes en el centro, una cifra mucho menor comparada con los casi 2 mil detenidos que albergaba hace apenas un mes, con planes de aumentar la capacidad a 4 mil.
El cierre de este centro marca un paso importante en la política migratoria de Florida, y evidencia la presión creciente para garantizar condiciones más humanas a quienes llegan al estado en busca de protección.
