*Mientras presumen cuentas auditadas, el saqueo y la impunidad permanecen intactos en la administración de Gerardo Rosales
Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín, Ver. — Las cuentas públicas de 2022 y 2023 fueron declaradas auditadas; sin embargo, en el municipio la corrupción en Obras Públicas sigue fuera de control. Los contratos se otorgan a modo y con sobrecostos injustificados, mientras que las obras son de baja calidad, lo que refleja una administración que favorece a sus cómplices con recursos oficiales.
El alcalde, coludido con funcionarios de confianza, promueve el cobro de impuestos como una medida para cubrir el desfalco en la gestión de los fondos. Los recursos asignados a obra pública se diluyen en redes clientelares que benefician a constructoras sin transparencia ni supervisión, lo que resulta en proyectos inconclusos, calles deterioradas y drenajes en mal estado.
Cabe recordar que durante casi cuatro años de gobierno, las licitaciones han sido simuladas y los contratos adjudicados a los mismos contratistas, con la protección del propio Gerardo Rosales Victoria, quien mantiene una red de corrupción junto con su director de Obras Públicas, Enrique Gaspar Falcón. Esta situación les ha permitido inflar precios y entregar obras deficientes.
