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Fósiles de Perezoso en el olvido

Superiberia

ATOYAC.- A 14 años de haberse realizado el hallazgo del Oso Perezoso Gigante en la carretera Paso del Macho-Atoyac, éste no cuenta con un lugar propio para su exhibición, mismo que permitiría incrementar el turismo en la cabecera municipal, por lo que los restos permanecen en la casa del ciudadano que funge como custodio de estas piezas.

Emilio de Jesús Vega, de 63 años de edad, manifestó que en 2003 laboró en las acciones de mantenimiento de la carretera, debido a que tras una tormenta ésta se deslavó y debieron emprender acciones para su inmediata rehabilitación.

En ese momento él era jefe de una cuadrilla que realizaba las excavaciones; el 18 de agosto del mismo año fue localizada una pieza o parte del hueso de un húmero de 2.5 kilos, luego de este hallazgo continuaron excavando y aparecieron más piezas.

La obra la realizó la Junta Estatal de Caminos el 18 de agosto de 2003 y se llevaba a cabo cerca de la orilla de la carretera estatal a Paso del Macho.

“Cuando hallé el hueso fue algo emocionante, pensé que era un hueso de dinosaurio y que podría haber más y adelante de éste encontré más restos”, expresó De Jesús Vega.

En ese momento a través del Ayuntamiento contactaron a personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mismo que llegó al tercer día del hallazgo.

En la zona colocaron un laboratorio de forma provisional para analizar los huesos encontrados y comprobar que se trataba de fósiles.

Una vez confirmado este hecho, paleontólogos arribaron al lugar e indicaron que se trataba de una especie importante para México y a finales de septiembre del mismo año, notificaron que se era un “Oso Perezoso Gigante, un ejemplar que fue descubierto por casualidad”.

CARACTERÍSTICAS

El Oso Perezoso Gigante, cuyos restos fueron hallados en Atoyac, a 100 metros del actual Palacio Municipal, medía 5.5 metros de alto y pesaba 2.5 toneladas.

Esta especie, explica el custodio: “No era de México, sino de Sudamérica; en Brasil varios esqueletos han sido hallados completos, se cree que emigraron y algunos como éste llegaron a México. Se desconoce por qué se quedó aquí, pero una causa probable pudo ser la erupción del Pico de Orizaba que data de hace 10 mil años, aproximadamente”.

INAH

El custodio de algunos restos es Emilio, quien vive en el lugar que anteriormente era un inmueble de la Estación del Ferrocarril, donde en una esquina tiene la exposición de los huesos que reciben mantenimiento por el INAH.

Esta institución rescató algunas piezas del fósil, también da mantenimiento y limpieza a las que se encuentran expuestas en una mesa en Atoyac, por lo que anualmente envían a personal y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Politécnico.

Recientemente enviaron a personal del área de turismo de la Universidad Tecnológica del Centro de Veracruz (UTCV).

Por lo que cada año hacen limpieza a los huesos, analizan su degradación y les aplican un líquido, así como colocan y cambian hules, cama de burbujas, entre otras acciones.

Las piezas que reciben tratamiento por temporada están a la intemperie y otras veces cubiertas, según lo determina el INAH, institución con la que Don Emilio continúa en contacto para conocer información y nuevos hallazgos del Oso Perezoso Gigante.

LA OBRA

En un radio de 20 metros, a 100 metros del Palacio municipal de Atoyac: “Encontré otras piezas únicas, se encuentran en el laboratorio del INAH y son de un elefante enano, un caparazón de tortuga y dientes de cocodrilo”.

“Se cree que Atoyac cambió su estructura a lo largo de los años, pues antes esta zona era un lago gigante, donde los animales llegaron a beber agua. No era un río, se cree que se fracturó y de ahí nació el afluente, pero aun así, este es importante para la zona y el País”, expresó.

El custodio oficial se encuentra a la espera de un lugar digno para la exposición de estos restos y los que tiene el INAH en el laboratorio, siempre que sea dentro del municipio de Atoyac.

Don Emilio, tiene conocimiento que fueron halladas piezas de otras especies en la zona Norte de la entidad de Veracruz como un diente de sable y en Maltrata un mamut, que también son vigilados por el INAH.

OTROS HALLAZGOS

En la región, señaló De Jesús Vega, se habla del hallazgo de otras especies, como en Carrillo Puerto y Maltrata. Este es el primero y requiere de un lugar más abierto, ya que sí tiene visitas y no sólo de la región, sino de otros lugares.

De 2003 a la fecha, manifestó que han visitado su casa para ver los restos fósiles unas 10 mil personas, según muestra la estadística de sus libros de visitas.

“Es emocionante esta exposición. Mi hobby es leer, es lo que me llevó a mí a quererlo tener aquí”, expresó. Aunado a que no hay otro lugar en condiciones y digno para salvaguardar estas piezas únicas en la región.

“El INAH me ha preguntado si donaría una parte de mi casa y sí, nos visitan estudiantes de varias partes de la República, incluso nos han visitado turistas de España, Estados Unidos, Brasil, Canadá y Cuba”, detalló.

A nadie le importa

Aun cuando las autoridades municipales tienen conocimiento de las piezas que se exponen en la casa de Don Emilio, nadie invierte para que la exposición tenga un lugar propio o para dar mantenimiento.

“Le pongo de lo mío al cuidado y mantenimiento, así también con la donación que hacen algunas personas. Porque a veces hay que comprar el hule y no hay apoyo, por ello, le dedicamos e invertimos tiempo, principalmente cada fin de semana que vienen personas a verlo, pues aquí inicia el recorrido turístico”, expresó.

ATOYAC

XTREMO

Por su parte, el presidente de la Asociación Civil Atoyac Xtremo, Raúl Tecalco, manifestó que el Oso Perezoso Gigante data del período del Pleistoceno y dada la importancia de éste para Atoyac, en 2011 trató de convencer a las autoridades de emprender un proyecto para crear un museo en este municipio, pero “no les interesó”.

“Es preocupante que autoridades pasan y ninguno muestre su preocupación por la cultura y turismo, ya que se tiene el recurso cultural y turístico para atraer a personas del País y el extranjero. No se aprovechan las riquezas naturales debido a la falta de interés de parte de las autoridades”, expresó.

Espera que otros como su asociación busquen la forma de mejorar las condiciones para Atoyac, con un espacio digno, un museo para el Oso Perezoso Gigante y las piezas que se han encontrado, de otra forma seguirán bajo tierra y en algún laboratorio del INAH.

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