

Efraín Hernández
El Buen Tono
La mayoría de los asistentes eran trabajadores del Ayuntamiento obligados a presentarse, y hasta adultos mayores del Club del Abuelo fueron forzados a acudir, manipulados sin pudor para engrosar una asistencia que no existió de forma genuina. El mitin terminó por hundirse cuando comenzó la lluvia, provocando que los pocos presentes salieran corriendo.

Como si no fuera suficiente, Trinidad Puentes Esquivel, directora del DIF Municipal, hizo acto de presencia en el cierre de campaña, basta hacer mención que dicha servidora pública es una de las funcionarias señaladas de obligar al personal de su dependencia y si estos se niegan son amenazados con el despido. Su participación confirma el uso descarado de recursos públicos e instituciones para fines políticos, traicionando la confianza de la ciudadanía y pervirtiendo las funciones del sistema de asistencia social.

Lo de Fortín no fue un acto de cierre de campaña: fue una escena patética de simulación, manipulación y desesperación, donde ni el acarreo masivo ni las estructuras municipales pudieron ocultar el rechazo popular.
