


*Nunca hubo un informe de sus actividades
Efraín Hernández
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- A un año de que el Ayuntamiento de Córdoba informara la instalación del Organismo de Bienestar Animal, este terminó en un rotundo fracaso. Bajo la responsabilidad de la regidora cuarta, María Luisa Martínez Ramírez, dicho ente operó de forma limitada, sesionando apenas en dos o tres ocasiones, sin que se conozcan los acuerdos tomados ni las propuestas planteadas.
Hasta ahora no se ha transparentado quiénes lo integraron ni qué funciones desempeñaron. Tampoco existe registro público de sus actividades. Lo único evidente es su inacción y el desinterés oficial por sostener su funcionamiento. La falta de información, así como la ausencia de resultados, reflejan un ejercicio opaco y carente de seguimiento.
Pese a los discursos que buscan resaltar la supuesta relevancia del consejo, no hay indicios de que haya tenido algún impacto en la prevención o atención del maltrato hacia los animales en el municipio. El proyecto se diluyó desde sus primeras reuniones, sin metas concretas y sin respaldo alguno.
La administración de Juan Martínez Flores ha evidenciado una total indiferencia hacia esta problemática. La inexistencia de programas continuos de esterilización, la omisión ante reportes ciudadanos y la carencia de un plan integral de protección animal muestran el abandono sistemático del tema.

