*Juan Martínez hunde a la ciudad entre la violencia y la simulación institucional
Jose Balcázar
El Buen Tono
José Balcázar
El Buen Tono
Córdoba, Ver.— La violencia avanza sin control mientras el Centro de Control, Comando y Comunicación (C3), presentado como uno de los principales logros de la actual administración, evidencia su fracaso. La respuesta a los llamados de auxilio es tardía, deficiente o, en muchos casos, inexistente.
Reportes ciudadanos confirman que las unidades policiacas pueden demorar entre 30 y 40 minutos en presentarse en el sitio donde se solicita apoyo. En otros casos, simplemente no acuden. Cuando finalmente lo hacen, su intervención es mínima o nula, sin resultados que garanticen seguridad ni justicia.
Según cifras oficiales, el sistema recibe un promedio de 60 llamadas diarias, de las cuales una tercera parte se clasifican como falsas. Durante las vacaciones, los reportes aumentan a 90 por día, con al menos 30 identificadas como bromas. A pesar de este panorama, no existe un mecanismo eficiente para depurar ni para atender con prontitud las verdaderas emergencias.
Desde el gobierno local se ha responsabilizado a la población por el uso indebido de la línea de emergencia, sin reconocer la incapacidad del C3 para filtrar, clasificar y responder de manera adecuada. Lejos de ser una herramienta útil, opera como un simple centro de llamadas, sin protocolos efectivos ni capacidad de reacción.
