
Un feroz incendio ha desatado caos en el oeste de Jerusalén, provocando el cierre de carreteras, evacuaciones masivas y la declaración de una “emergencia nacional” en Israel. Los servicios de emergencia están en alerta máxima, luchando contra lo que se ha convertido en uno de los peores incendios de la última década. Con más de 23 personas heridas y al menos cinco localidades evacuadas, las autoridades no dudan en calificar esta catástrofe como un evento sin precedentes.
El comandante de la brigada de bomberos, Eyal Caspi, advirtió que el incendio está a la altura de los peores siniestros que el país ha enfrentado en diez años, destacando la magnitud y el desafío que representa para los equipos de rescate.
La amenaza se intensifica
El fuego avanza rápidamente, alimentado por fuertes vientos y temperaturas extremas, afectando zonas boscosas entre Latrun y Bet Shemesh, una de las áreas más cercanas a la carretera entre Jerusalén y Tel Aviv. Como medida de seguridad, esta vía ha sido cerrada por completo, dejando a cientos de conductores atrapados en medio de un espeso humo. Las evacuaciones continúan, mientras helicópteros y brigadas de bomberos trabajan incansablemente para contener los focos más peligrosos.
Magen David Adom (MDA) ha informado que ha atendido a decenas de personas por heridas leves, mientras equipos móviles y motociclistas se movilizan por las carreteras congestionadas para asistir a las víctimas.
Apoyo internacional y medidas de seguridad
Ante la magnitud de la tragedia, el primer ministro Benjamin Netanyahu anunció que aviones de Italia y Croacia han llegado a Israel para colaborar en las labores de extinción del fuego. A nivel local, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, visitó las zonas afectadas para evaluar la situación y confirmaron la cancelación de eventos públicos programados para este miércoles, incluyendo la principal ceremonia por el Día de la Independencia de Israel.
La decisión busca liberar recursos y permitir que los equipos de emergencia puedan concentrarse en controlar el avance de las llamas, a medida que se prevé un empeoramiento de las condiciones climáticas.
Este devastador incendio sigue dejando un rastro de destrucción, mientras la comunidad internacional se une a Israel en la lucha por sofocar este desastre natural.
