Juan López
El Buen Tono
Córdoba, Ver. – Mientras el tianguis de cada miércoles se convierte en un caos sin orden ni autoridad, Ernesto Arteaga Quevedo, funcionario municipal, ha decidido abandonar sus responsabilidades para sumarse abiertamente a la campaña del candidato impugnado a la alcaldía de Córdoba, Manuel Alonso Cerezo. Lejos de atender los problemas del comercio informal y el descontrol urbano, el servidor público opera como fotógrafo y promotor político del facturero del crímen organizado, todo con la venia del alcalde Gerardo Rosales Victoria.
De acuerdo con trabajadores del Ayuntamiento, Arteaga no ha presentado renuncia ni solicitud de licencia, pero tampoco pisa su oficina. “Es un fantasma en Fortín, pero muy activo en Córdoba. Ahí anda en cada evento de Manuel Alonso como si fuera parte oficial del equipo”, señalaron empleados inconformes que también denunciaron el silencio cómplice de Rosales Victoria.
La ausencia del funcionario ocurre justo cuando el comercio informal se ha salido de control. El tianguis, que cada semana inunda el bulevar, carece de regulación efectiva. Hay bloqueos, acumulación de basura, falta de inspección sanitaria y quejas de vecinos y comerciantes establecidos. “El municipio necesita autoridad, no promotores de campañas”, reclamó un locatario afectado por el desorden.
