

POR: Andrés Timoteo/ columnista
Tercer día de furia colectiva en Veracruz. El extrañado obispo de Recife, Brasil, Don Hélder Cámara, uno de los profetas que Dios envió a la tierra en la era moderna, decía: “Cuando la necesidad es tanta y el pueblo grita al cielo, los bienes de la Creación se tornan comunes. ¡Maldito el que lo impida!”. Así, en México y en Veracruz, la población está harta de los abusos de la clases política, gubernamental y empresarial, y se manifiesta en una revuelva popular que lo mismo saquea tiendas y gasolineras, que bloquea vías de comunicación.
El “mega-gasolinazo” que traerá más pobreza a todos, fue el golpe que tronó la válvula del enojo popular. El mal humor social adquirió su estatus primigenio de turbamulta y se esparció por todo el territorio nacional. Lo que son las cosas: culpar al jodido es fácil, y a los que bloquean las autopistas, se apropian de un galón de gasolina o de una cosa de valor relativo -una televisión, un colchón, una lavadora o ropa y comestibles- los adjetiva como “vándalos”, “saqueadores”, “ladrones”, “delincuentes”, “desestabilizadores” y otras linduras.
Pero, ¿no son lo mismo aquellos que saquean el Erario Público, los que hicieron leyes a modo para apropiarse el patrimonio energético, los que desmantelaron a Pemex para venderlo como chatarra, los que cargan a los mexicanos impuestos y deuda cuyo dinero ellos se adueñaron? Los voraces empresarios que le hinca el diente a los bienes públicos, los funcionarios ladrones que amasan fortunas con lo ajeno y los políticos que viven del erario, ocasionado siempre lo peor para la población desde sus encomiendas públicas, ¿no son también vándalos, ladrones, delincuentes y desestabilizadores? Por supuesto que sí.
¿Qué diferencia hay entre los dos? Qué unos visten humildemente y usan taxis, carritos de mercancía, motos o bicicletas para llevarse lo apropiado y que otros visten de traje y utilizan camionetas de lujo para también pasear lo robado. La rapiña más atroz la cometen los últimos, pero nadie ofrece medio millón de recompensa para cazarlos ni resopla que habrá mano dura en su contra, como se hace en Veracruz.
Un ciudadano que se roba una pantalla de televisión si acaso se llevará entre 5 o 10 mil pesos, pero cada Diputado y Senador por haber aprobado la Reforma Energética se llevaron 2 millones de pesos y los tres empresarios a los que el Gobierno de Enrique Peña Nieto les concesionó la importancia de gasolina, ahora con la liberación del precio, se embolsarán 60 mil millones de pesos, ¿Quién es peor, los unos o los otros? Hay pues, un desbalance en el reparto de culpas.
Por cierto, ahora que está el caos generalizado, los Diputados y Senadores veracruzanos –los tres de apellido Yunes que ocupan una curul en la Cámara Alta, dos priistas, Héctor y José, y el panista Fernando- deberían dar la cara y atender a la población irritada para explicarle porqué votaron por las Reformas: Energética y Hacendaria, que ocasionaron todo esto. Pero son tan cobardes que están agazapados y ni siquiera una disculpa pública se dignan a ofrecer.
Por otro lado, alrededor de esta situación, hay peligro según algunos analistas, y es la intención de grupos políticos, afines al Gobierno Federal y al priismo, para generar el pánico social y tener el contexto ideal para aplicar el nuevo modelo militarizado en la Seguridad Pública. El disturbio busca justificar los cambios constitucionales para otorgar mayores atribuciones a las fuerzas armadas para reprimir. Nadie lo dude.
Y en eso de las irresponsabilidades públicas, ayer en uno de los centros comerciales saqueados en la conurbación Veracruz-Boca del Río, elementos policiacos –algunos dicen que militares- dispararon al aire para tratar de dispersar a la muchedumbre. ¿En qué cabeza cabe? ¿se medirán las consecuencias si a un agente se le ocurre bajar el arma y disparar contra la población?
Vaya con estos policías muy valientes que llegan echando bala contra la plebe en revuelta, pero nunca se aparecen cuando hay un secuestro, una ejecución del crimen organizado o el asalto a un banco o una negociación. Ahí también hay un desequilibrio en el tratamiento del problema: todos contra el pueblo sublevado y nadie contra los verdaderos delincuentes.
En fin, regresando al tema de la revuelta popular, ésta no sólo fue en Veracruz sino en otros puntos del País donde se han realizado acciones violentas, principalmente contra gasolineras. La turbamulta está encendida, y podrían no pararla porque a eso la han conducido el complot de políticos y poderosos contra el pueblo. Pero si el pretexto para cometer desmanes es el aumento exorbitante del combustible, los sublevados por lo menos deberían llevar la justicia popular a los establecimientos que son propiedad de los saqueadores.
Por ejemplo, ahí están las cadenas de gasolineras propiedades de políticos priistas y panistas a lo largo y ancho de Veracruz. Una de ella ligada directamente al innombrable exgobernante estatal, quien utiliza como prestanombres a un empresario local, y a través del cual también es dueño de hoteles. Ellos duplicarán su fortuna ahora que subió el precio de la gasolina a sabiendas que el dinero invertido en ese negocio salió de los bolsillos de los veracruzanos. A esos si hay que saquearlos, no a los comerciantes que invierten el capital propio y generan empleos.
EL PRI-NOSAURIO
Hoy 6 de enero, el País podrá observar en Veracruz un fenómeno peculiar en el ambiente político: el proceso avanzado en la extinción del ‘PRInosaurio’. Hoy se cumplen 102 años de la promulgación de la primera Ley Agraria emanada de la Revolución Mexicana y que fue promulgada en 1915 por el entonces presidente Venustiano Carranza. A lo largo de un siglo dicho aniversario fue usado para exhibir la cohesión y fortaleza de tres entes en la política nacional: el PRI, los campesinos y el Gobierno de la República.
Ahora nada de eso es cierto. La figura presidencial está en el descredito total que daña hasta su partido, el tricolor está en caída libre y el llamado “voto verde” –es decir el apoyo del sector campesino que antes tenía un peso enorme durante las elecciones- ya no existe. Los campesinos ya no están atados ideológicamente al Revolucionario Institucional, y aquellos que lo siguen es a cambio de dádivas.
En la conurbación Veracruz-Boca del Río se prepara un acto masivo, que efectivamente podría ser multitudinario porque todos serán ‘acarreados’ con su respectivo pago, pero es seguro que ningún labriego irá por voluntad propia a aplaudirles a los dirigentes de la Confederación Nacional Campesina (CNC), que asume un artificial abanderamiento del sector agrario, y del priismo. Y mucho menos ahora que ellos, los campesinos, son de los más perjudicados con el aumento en el precio de las gasolinas y el alza generalizada en el costo de todos los productos y servicios.
Por temor a la rechifla, Peña Nieto no asistirá al acto ni tampoco el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sólo el secretario de Agricultura, el grisáceo Eduardo Calzada Rovirosa y el líder de la CNC, Manuel Cota Jiménez, quienes corren el riesgo de ser ellos los abucheados por la multitud de labriegos que se reunirán en el WTC de Boca del Río. El dinosaurio se achica, camina tambaleándose a la extinción, y hoy podría darse un espectáculo de que los mismos campesinos le muerdan la cola al animal.
Ah, y el organizador del evento masivo es el inefable Juan Carlos Molina, líder local de la CNC y quien suspira por ser candidato al Senado por el PRI en el 2018. No llegará, el Gobernador le abrirá un proceso judicial que lo inhabilitará para la postulación. Y no será ni delito fabricado ni intención de frenarlo políticamente porque el lidercillo ni siquiera tiene el tamaño para ganar la votación, sino que simplemente será la aplicación de la justicia por los delitos que cometió. Al tiempo.
PADRINO-CANCILLER
Por cierto, en medio del caos por la furia colectiva, el verdadero ‘cerebro’ del “mega-gasolinazo”, ya retornó al Gabinete Federal donde fue nombrado Secretario de Relaciones Exteriores. Es Luis Videgaray, el defenestrado titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, fue quien planeó la liberación del precio de las gasolinas, propuesta aprobada por el Congreso de la Unión en octubre del año pasado. En septiembre, recuerdan, renunció a la SCHP, pero ya había preparado la estrategia para joder a todos los mexicanos.
Vaya forma de patear la imagen de México en el extranjero, pues cuando se necesita a un verdadero conocedor en esas artes de la diplomacia, digno e inteligente que defienda a los mexicanos radicados en Estados Unidos, ante las embestidas que se vienen, nombran a Videgaray que lo único que hará son genuflexiones ante el próximo Mandatario americano y será el intermediario para acordar la construcción del muro fronterizo exigido por Trump. No se espera más de ese señor.
Y su retorno al Gabinete peñista tiene repercusiones en Veracruz, al menos para el senador priista José Yunes Zorrilla, su ahijado político –ambos estudiaron juntos la carrera universitaria en el ITAM- . Ahora Videgaray es canciller, bien podría garantizarle alguna Embajada o Consulado a Yunes Zorrilla para antes de que concluya el 2018, pues el peroteño tiene un futuro aciago a nivel local. Si llega a ser candidato a la Gubernatura Estatal, su derrota está cantada, ya que el PRI recibirá un voto de castigo similar al del año pasado, el 2016. Y si no llega a ser abanderado en Veracruz, se quedará sin empleo, fuera de la nómina pública donde tanto le gusta estar, sobre todo si en los comicios de ese año el tricolor es sacado de Los Pinos.
Sin embargo, una cosa buena podría hacer Yunes Zorrilla por todos los veracruzanos: que le pida a Videgaray que eche del consulado de Barcelona al exgobernante veracruzano, ese que se robó el erario estatal y dejó en el poder a su preferido para continuar el saqueo transexenal. De paso, con eso el propio Senador podrá cobrarse las afrentas que el innombrable le hizo cuando estaban “en la plenitud del pin… poder”.
Que no olvide que el innombrable lo hizo perder en su primera contienda al Senado y le arrebató la posibilidad de ser candidato a la Gubernatura en el 2010. Y todo fue a la mala.
Ahora el destino lo coloca en la línea del desquite y en Veracruz le aplaudirían de pie si hace que Videgaray le quite el refugio en Europa al innombrable, que no tenga asidero ni siga viviendo del dinero público.. ¡Que sirva para algo ese padrinazgo!
