
Rodrigo Huescas, considerado una de las jóvenes promesas del fútbol mexicano, vive uno de los momentos más difíciles de su incipiente carrera profesional. Con tan solo 21 años y tras incorporarse en 2024 al FC Copenhague, el defensor enfrenta un proceso legal en Dinamarca que podría tener consecuencias devastadoras tanto a nivel personal como profesional.
El jugador se declaró culpable de haber conducido a 111 kilómetros por hora en una zona limitada a 50, una infracción considerada gravísima por las autoridades danesas. Como resultado, Huescas ya sufrió la revocación inmediata de su licencia, y se expone a una posible condena de hasta 20 días de prisión sin libertad condicional, además de una multa cercana a los 7 mil dólares, la confiscación de su BMW de lujo, e incluso su deportación del país por cuatro años.
La postura del club: cero tolerancia
El FC Copenhague no tardó en pronunciarse con dureza. En un comunicado oficial, el director deportivo Sune Smith-Nielsen expresó su descontento:
“Es inaceptable que no cumplas la ley y, al mismo tiempo, expongas a otros al peligro con tus acciones. Como futbolista del Copenhague tienes la gran responsabilidad de mostrar el camino a seguir y actuar correctamente”.
Esta declaración refleja el fuerte impacto que el incidente ha tenido en la relación del club con el jugador, cuya permanencia en la institución está en riesgo dependiendo del fallo que se conocerá el próximo 5 de mayo.
Huescas pide perdón
El defensa, que debutó profesionalmente en 2021 con Cruz Azul y fue parte del plantel de la Selección Mexicana que conquistó la Liga de Naciones de la Concacaf, reconoció públicamente su error:
“He cometido un gran error y pido disculpas por haber mostrado tan mal juicio. Lo lamento mucho y acepto las consecuencias sin dudarlo”.
Más que fútbol: un llamado de atención
El caso de Rodrigo Huescas deja una reflexión importante sobre el rol que juegan los deportistas como figuras públicas. Más allá de sus actuaciones en la cancha, sus decisiones fuera del terreno también los convierten en modelos —positivos o negativos— para miles de jóvenes. El fútbol no solo exige talento, también exige madurez y responsabilidad.
La pregunta ahora es: ¿podrá Huescas redimirse a tiempo o este tropiezo marcará un punto de quiebre en su carrera?
