Amatlán.- Un día sin mujeres ocasionó contratiempos en los servicios de algunas dependencias y oficinas; sin embargo, a otros dejó la enseñanza que al no llegar una compañera por ser víctima de la violencia deja un vacío, impunidad y otros sentimientos, no sólo afecta a una familia o se remplaza a una trabajadora.
Algunos de los ayuntamientos de la región que permitieron a las féminas participar en la protesta fueron Yanga, donde el 70 por ciento de los empleados son mujeres; Amatlán de los Reyes y otros más, así como la Asociación Local de Cañeros CNPR de Central El Potrero, que tiene 14 empleadas, entre otros.
Una muestra del impacto de la protesta social fue el Registro Civil, donde hubo poca demanda de los ciudadanos por efectuar algún trámite, descendiendo en un 85 por ciento, luego de que diariamente efectúan unos 100 y ayer al medio día apenas tenían 15 gestiones afirmaron empleados.
Daniel Salinas y Joel Rojas, varones del área, indicaron que extrañaron a sus compañeras, luego de que la relación laboral es amena, pero ayer se sintieron “solitos”, debido a que es la primera vez que faltaron las tres mujeres a laborar.
Afirmaron que imaginar que no estarían por ser víctimas de un acto de violencia les indignó, luego de que toda persona merece respeto, valores que deben fortalecerse en las familias y no perderse por la falta de atención de los padres, por cambiar la libertad por libertinaje.
Lo que también les llamó la atención fue que diariamente la dependencia atiende a más de 100 personas, pero ayer sólo acudieron unas 15 a efectuar trámites, por lo que estiman que otras féminas participaron en el movimiento.
Algunas instituciones educativas aprovecharon la fecha para fortalecer valores e invitar a no violentar los derechos de las féminas.
