

De la Redacción
El Buen Tono
Fortín, Ver. — Militantes de Morena que formaron parte de la campaña de Eduardo Alonso García Viveros revelaron que el presidente municipal, Gerardo Rosales Victoria, está detrás de un intento por impugnar la elección municipal del pasado 1 de junio, luego de que su partido sufriera una derrota clara frente al candidato de Movimiento Ciudadano, Alfonso Efraín Marín Delfín, conocido como “Piccolo”.
Con 6,508 votos obtenidos por la coalición Morena–Verde (31 por ciento), frente a los 7,618 sufragios del abanderado de MC (36 por ciento), la diferencia de 1,110 votos dejó sin argumentos sólidos al oficialismo para justificar una impugnación. Sin embargo, Rosales Victoria estaría promoviendo acciones legales con el verdadero objetivo de frenar la llegada del nuevo gobierno, temeroso de que, una vez fuera del cargo, tenga que rendir cuentas por presuntos actos de corrupción y desvío de recursos públicos durante su administración.
“Manejó el ayuntamiento como si fuera su propiedad. Tiene miedo porque sabe que con Piccolo no habrá encubrimiento”, señalaron integrantes del equipo morenista que se deslindaron del actual alcalde tras la derrota.
Además, Movimiento Ciudadano denunció que durante la jornada electoral se detectó una operación sucia encabezada desde el área de Comunicación Social del ayuntamiento, donde, a través de perfiles falsos en redes sociales, se difundió propaganda negra contra su candidato. La estrategia, según señalaron, fue orquestada desde oficinas municipales y buscó influir en el electorado mediante calumnias y publicaciones anónimas en diversos grupos de Facebook.
El uso de recursos públicos para intentar manchar una elección y dañar la imagen de los adversarios es una práctica que ha caracterizado a la administración de Rosales Victoria, marcada también por señalamientos de nepotismo, opacidad en el manejo del presupuesto y nula transparencia.
