De la redacción
El Buen Tono
El mundo del automovilismo estadounidense está de luto tras confirmarse la muerte de Greg Biffle, histórico piloto de NASCAR, en un accidente aéreo ocurrido este jueves 18 de diciembre. La aeronave, un jet ejecutivo Cessna 550 Citation II, se estrelló mientras intentaba aterrizar en el Aeropuerto Regional de Statesville. Junto a Biffle viajaban su esposa Christina y sus hijos Emma y Ryder, según informó su amigo Garrett Mitchell en Facebook.
El accidente provocó un incendio visible en la pista y, hasta el momento, no hay información oficial sobre el número exacto de víctimas. Biffle, nacido el 23 de diciembre de 1969 en Vancouver, Washington, fue una figura dominante en NASCAR durante más de una década, principalmente bajo la estructura de Jack Roush.
Conocido en el paddock como “The Biff”, Biffle destacó desde sus inicios en la Truck Series, donde fue Novato del Año en 1998 y campeón en 2000. En la Busch Series (hoy Xfinity Series) repitió la hazaña, coronándose Novato del Año en 2001 y campeón en 2002, convirtiéndose en uno de los pocos pilotos en ganar dos de las tres grandes divisiones de NASCAR.
Su paso por la Cup Series consolidó su legado: en 515 carreras logró 19 victorias, 175 top 10 y 13 poles, con triunfos emblemáticos como los de Daytona 2003 y Michigan 2013, y la Southern 500 de Darlington en 2005 y 2006. En 2005 estuvo a solo 35 puntos de ganar el campeonato, en una de las temporadas más competitivas de la era moderna.
Reconocido como uno de los 75 mejores pilotos de la historia de NASCAR y miembro del West Coast Stock Car/Motorsports Hall of Fame, su inclusión en el NASCAR Hall of Fame aún estaba pendiente. Su fallecimiento marca el fin de una era para el automovilismo estadounidense y deja un vacío difícil de llenar.


