Laura A. García
El Buen Tono
Naranjal.- Año tras año, los habitantes de Nexca, Xalapa y Zoquiapa, viven con el temor constante de que un derrumbe los sorprenda en la carretera que los conecta con Naranjal.
Pese a las reiteradas advertencias y múltiples incidentes, las autoridades municipales son omisas, lo que también es corrupción, para implementar medidas efectivas de prevención de deslaves, dejando a su suerte a cientos de conductores y peatones que transitan por esta peligrosa vía.
La falta de mallas de contención, obras de estabilización de taludes y alumbrado público convirtieron este tramo en un pasaje de alto riesgo.
Vecinos denunciaron que, aunque reportaron grietas y desprendimientos menores, la respuesta del gobierno municipal que preside Aleida Tepepa Márquez, es superficial, limitándose a retirar escombros sin atacar el problema de fondo.
“Cada año pasa lo mismo, llueve, se cae parte del cerro, y las autoridades sólo vienen para limpiar. Nunca previenen o arreglan bien el camino. Es como si esperaran que ocurra una tragedia para actuar”, denunció un usuario de la carretera Nexca-Naranjal.
Uno de los mayores reclamos es la falta de iluminación en puntos críticos de la carretera, lo que aumentó el riesgo de accidentes.
Conductores deben sortear piedras y zonas inestables con poca visibilidad, mientras las autoridades se niegan a destinar recursos para solucionar el problema de manera permanente.
“De día ya es peligroso, pero de noche, es más. Pedimos que al menos pongan luces, pero ni eso hacen”, manifestó un habitante.
Ante la flojera institucional, pobladores exigieron que el ayuntamiento instale sistemas de contención, refuerce los taludes y mejore la iluminación antes de que ocurra una desgracia mayor.
Hasta ahora, las autoridades se mantienen sin presentar un plan concreto para garantizar la seguridad en esta vía de comunicación.
