AGENCIA
Blatten, Suiza.- Equipos de rescate localizaron este martes restos humanos entre los escombros del pueblo de Blatten, en los Alpes suizos, destruido el pasado 28 de mayo por un masivo alud de tierra, lodo, rocas y hielo. Así lo confirmó la Policía Cantonal del Valais, que indicó que el hallazgo se produjo durante una operación coordinada de búsqueda en la zona de Tennmatten.
Aunque la identidad de la víctima aún no ha sido confirmada oficialmente, se presume que podría tratarse del pastor de ovejas de 64 años que fue reportado como la única persona desaparecida tras el desastre natural. Según testigos, el hombre fue engullido por millones de metros cúbicos de materiales cuando el glaciar colapsó, provocando el corrimiento de tierra que arrasó con la localidad.
Blatten: Una tragedia anunciada
El alud que destruyó Blatten fue uno de los más devastadores en la historia reciente de Suiza. Más de 3.5 millones de metros cúbicos de roca y lodo sepultaron el pequeño pueblo del cantón de Valais, apenas días después de que las autoridades ordenaran la evacuación de sus 300 habitantes, lo que evitó una tragedia mayor.
Las pérdidas económicas han sido colosales. De acuerdo con estimaciones preliminares de aseguradoras, los daños ascienden a 320 millones de francos suizos, equivalentes a más de 7 mil 524 millones de pesos mexicanos.
Reconstrucción a largo plazo
Mientras las autoridades forenses trabajan en la identificación del cadáver y continúan las investigaciones, los habitantes de Blatten ya han comenzado a planificar la reconstrucción del pueblo. La meta es poder regresar antes de finales de 2030, aunque la labor será titánica debido a la magnitud del desastre.
Esta semana comenzaron las primeras labores de desescombro, en medio de un entorno geológico aún inestable. Especialistas advierten que el calentamiento global y el retroceso glaciar podrían seguir provocando este tipo de fenómenos extremos en zonas montañosas.
El hallazgo del cuerpo brinda algo de cierre a una comunidad golpeada por la tragedia, pero también subraya la vulnerabilidad creciente de muchas regiones alpinas ante los embates del cambio climático.
