

Agencias
INDONESIA.— Luego de cuatro días de intensa búsqueda, fue localizado el cuerpo sin vida de Juliana Marins, una turista brasileña de 26 años, quien desapareció tras caer por un acantilado en las cercanías del cráter del volcán Rinjani, en la isla de Lombok, Indonesia. El caso ha causado conmoción tanto en su país de origen como en la comunidad internacional.
🔍 ¿Cómo ocurrió la tragedia?
Juliana realizaba una excursión al volcán junto a un grupo reducido. Según relató su hermana Marianna Marins, la joven se detuvo a descansar durante el ascenso, momento en el cual el guía local continuó sin ella. Al regresar, el guía ya no la encontró: Juliana había resbalado y caído aproximadamente 490 metros hacia una zona rocosa, cerca del cráter.
Imágenes captadas por drones mostraron a la joven aún con vida en una cornisa, aparentemente consciente y moviéndose, lo que generó esperanzas de un posible rescate. Equipos de búsqueda incluso reportaron haber escuchado sus gritos. Sin embargo, las condiciones extremas del terreno —niebla espesa, lluvia constante y laderas inestables de arena volcánica— dificultaron todos los intentos de acercamiento.
⚠️ Dificultades y controversias en el operativo
El jefe del equipo de rescate, Muhammad Hariyadi, informó que el clima adverso y el terreno peligroso obligaron a suspender múltiples intentos de rescate. También se descartó el uso de helicópteros por motivos de seguridad. Dos montañistas experimentados se unieron al operativo el lunes, pero el martes 24 de junio, se confirmó oficialmente el hallazgo del cuerpo sin vida de Juliana.
La familia denunció irregularidades en el manejo de la situación. Según declaraciones de Marianna, se difundió falsamente que Juliana había sido rescatada y que incluso había sido alimentada, lo cual resultó ser incorrecto.
“Nos enteramos de su desaparición por redes sociales”, dijo la hermana a la cadena brasileña Fantástico.
🗺️ Riesgos en zonas turísticas y respuesta internacional
El Parque Nacional Gunung Rinjani, donde ocurrió el accidente, es un destino popular entre turistas y alpinistas por sus desafiantes rutas hacia el cráter. Sin embargo, el incidente ha reactivado cuestionamientos sobre la seguridad y regulación de excursiones a volcanes activos, especialmente en zonas con guías poco capacitados o sin supervisión.
El gobierno brasileño coordinó la repatriación del cuerpo y solicitó a las autoridades indonesias una investigación exhaustiva sobre el presunto abandono por parte del guía. Mientras tanto, colectivos de turismo responsable y seguridad en montaña piden protocolos más estrictos y regulaciones claras para proteger a los visitantes.
