

Caracas.- La indignación en redes sociales fue clave para que la Policía Nacional Bolivariana (PNB) actuara ante un caso de violencia familiar que había sido ignorado durante meses. La víctima, Carmen Aurora Molina, de 60 años y con padecimientos cardíacos, había denunciado en al menos tres ocasiones los maltratos y amenazas por parte de su propio hijo, Jhonatan Hernández, y su esposa, sin recibir respuesta.
Todo cambió cuando se viralizó un video en el que se ve al agresor, corpulento y fuera de sí, gritando e intimidando a su madre en su propia casa. “¡Qué te calles! ¡Me tienes obstinado! ¡A mí me respetas!”, fueron algunas de las frases que soltó mientras la mujer, con valentía, intentaba enfrentarlo.
Aunque el sujeto aseguró en el video que “no la golpeaba porque era su madre”, las imágenes dejan ver el peligro inminente al que estaba expuesta. Pese a todo, Hernández y su pareja continuaban viviendo en el mismo hogar.
Finalmente, la PNB confirmó la detención de Hernández en un establecimiento comercial de la Av. Sucre, donde además se le incautó una cadena con candado. La captura se logró luego de la presión social provocada por la difusión del video.
Este caso ha despertado un debate sobre la inacción de las autoridades frente a denuncias de violencia intrafamiliar, incluso cuando las víctimas acuden en repetidas ocasiones a pedir ayuda.
