

De la Redacción
El Buen Tono
Córdoba.- Los recientes datos sobre violencia de género y familiar en Veracruz durante 2025 revelan una cruda realidad que contrasta con la narrativa auto-victimizante de la síndica municipal de Córdoba, Vania López González. Según las estadísticas, Córdoba se posiciona como el tercer municipio con mayor incidencia de violencia familiar en el estado, registrando 119 casos sólo entre abril y mayo, según reporta el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Esta cifra alarmante sólo es superada por Veracruz (298 casos) y Xalapa (147), ubicando a la localidad entre los focos rojos de agresiones intrafamiliares. En violencia de género no familiar, Córdoba ocupa el noveno lugar estatal con 7 casos, destacando entre los primeros 10 municipios con mayor problemática.
Estos datos desnudan la contradicción entre el discurso plañidero de López González y la realidad que padecen las mujeres cordobesas. Mientras la funcionaria se presenta como víctima de ataques machistas y alega persecución por su género, las estadísticas demuestran que son las ciudadanas comunes quienes enfrentan violencias tangibles y sistemáticas.
La narrativa de autovictimización que emplea para blindarse de críticas políticas resulta particularmente cínica cuando Córdoba mantiene índices de violencia que triplican a municipios como Orizaba (59 casos) o duplican a Coatzacoalcos (72 casos) en el ámbito familiar.
La paradoja se agudiza al constatar que, durante el período reportado, la síndica no ha impulsado políticas sustantivas para atender esta emergencia.
Mientras las mujeres de Córdoba sufren en silencio, López González instrumentaliza el lenguaje de la violencia de género como escudo retórico, convirtiendo un problema estructural en un recurso de autopromoción política.
