Efraín Hernández
El Buen Tono
Córdoba.– La ciudad enfrenta una crisis sanitaria por el colapso del sistema de recolección de basura. Cerca de 400 toneladas de residuos están acumuladas, generando focos de infección en colonias como Paraíso, Independencia y Loma Linda, donde vecinos reportan fauna nociva, malos olores y brotes de infecciones cutáneas que afectan principalmente a niños y adultos mayores.
El servicio de limpia pública opera con apenas 10 de los 32 camiones recolectores, mientras el resto está descompuesto. La reparación de las unidades requiere 500 mil pesos, recurso que el ayuntamiento no ha autorizado, lo que mantiene paralizado el traslado de desechos al relleno sanitario de Nogales.
Pese al abandono, el alcalde Juan Martínez Flores percibe 74 mil 764.80 pesos quincenales, es decir, 149 mil 529.60 pesos mensuales, mientras la oficina de Presidencia sostiene una nómina de cuatro funcionarios con un gasto adicional de 302 mil 144.62 pesos mensuales. En conjunto, más de 450 mil pesos al mes se destinan sólo al mandatario local y a su equipo cercano, recursos que podrían cubrir con creces la reparación de los camiones y el reforzamiento del servicio de recolección.
La falta de soluciones reales quedó expuesta cuando el alcalde se limitó a justificar la precariedad señalando, “se cumplirá de acuerdo a las oportunidades que tenemos con los recursos públicos”, una declaración que refleja ausencia de planeación y voluntad, aunado a los signos de corrupción. En tanto, la regidora María del Carmen Aguilar Mendoza, encargada de la comisión de Limpia Pública, permanece ausente sin exigir resultados a la dirección correspondiente. La complicidad ante su nula supervisión agrava la crisis.
La basura en las calles, los focos de infección y la evidente incapacidad del ayuntamiento exhibe un contraste: mientras Córdoba se ahoga en desechos, el alcalde y la síndica se mantienen con sueldos millonarios, sin responder a la emergencia sanitaria que afecta a miles de familias.
