


Sandra González
EL BUEN TONO
Orizaba, Ver.- En Veracruz, las desapariciones forzadas siguen marcando a cientos de familias, y la respuesta institucional continúa siendo tardía. Así lo señaló el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez, al advertir que el fenómeno no puede reducirse a estadísticas ni minimizarse como un conflicto familiar.
“El tiempo es clave. Las primeras horas son determinantes para localizar a una persona, pero en la mayoría de los casos las autoridades prefieren esperar antes de actuar”, subrayó.

