

De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.- La dirigencia nacional de Morena quiso disfrazar de esperanza lo que ya es una derrota anunciada con Igor Rojí López, un ex priista reciclado y ahora candidato de Morena-PVEM, quien aparece 12 puntos por debajo de sus contrincantes.
A pesar de la reciente visita de la presidenta del partido, Luisa María Alcalde, las encuestas recientes muestran que lejos de acercarse al triunfo, Rojí está hundido en las preferencias electorales, pese a los desesperados esfuerzos por venderlo como el rostro de la “transformación”.
Igor fue parte del PRI por más de dos décadas, ocupando cargos administrativos desde 2008 hasta llegar a la presidencia municipal de 2018 a 2021, periodo marcado por el hermetismo, los privilegios, además de la exclusión.
Reciclado por el partido guinda, Igor Rojí promete lo que no cumplió antes: parques ecológicos, estadios que nunca se construyeron, y una supuesta unidad que ni su propio equipo cree.
Su salto de trinchera no fue producto de la convicción ideológica, sino de una estrategia desesperada por mantenerse vigente, tras renunciar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el año 2023 por “falta de diálogo”, cuando en realidad su ciclo estaba agotado.
