De la Redacción
El Buen Tono
Orizaba.– Nadie supervisa que los trabajadores municipales utilicen el equipo de seguridad necesario para realizar sus labores con protección. Sin embargo, la administración sí envía con diligencia a sus cobradores a multar a cualquier empresa privada que no cumpla con lo que establece la norma.
Esto es parte de las condiciones que rayan en la negligencia bajo las cuales laboran los trabajadores de Juan Manuel Diez Francos.
En menos de cuatro meses, tres empleados municipales han resultado accidentados o han perdido la vida mientras realizaban sus labores, en hechos donde la falta de medidas de seguridad y la indiferencia del Ayuntamiento han sido factores determinantes.
El más reciente cayó este miércoles desde más de cuatro metros de altura mientras pintaba el Puente Atirantado. Testigos denunciaron que no usaba arnés, ni cuerda de sujeción, ni casco, y que trabajaba sobre una escalera de aluminio. No había supervisión ni protección. El hombre fue trasladado a un hospital particular, pero hasta ahora el Ayuntamiento guarda silencio.
En julio, una trabajadora de Parques y Jardines fue atropellada mientras cumplía con su jornada en plena vía pública. Murió horas después sin que la autoridad asumiera responsabilidad alguna. Y en agosto, Luis Carlos “N”, obrero de la empresa Grupo Constructo, murió arrastrado por el río Orizaba mientras trabajaba en una obra del municipio.
Son historias distintas con un mismo fondo: el gobierno de Diez Francos exige resultados y “buena imagen”, pero no garantiza seguridad ni respeto a los derechos laborales. Los empleados trabajan sin equipo adecuado, sin capacitación y bajo presión por cumplir metas estéticas que sólo buscan mantener el discurso de una “Orizaba de primer mundo”.


