


de la redacción
El Buen Tono
Orizaba.— Elementos de la Policía municipal de Tlilapan circulan sin casco en motocicletas sin placas por calles de Orizaba, desafiando abiertamente el Reglamento de Tránsito, Movilidad Urbana y Seguridad Vial publicado en la Gaceta Oficial el 11 de septiembre de 2024.
En lugar de utilizar casco protector, obligatorio para salvaguardar su integridad, los uniformados optaron por gorras de tela. Una práctica riesgosa que, en caso de un accidente a alta velocidad, podría tener consecuencias fatales, aunado a que si ellos no cumplen la ley cómo van a exigir que la gente sí la cumpla.
De acuerdo con el artículo 136, la falta de las dos placas y el no uso del casco constituyen faltas categoría C, sancionables con 10 UMAs cada una, equivalentes a mil 131.40 pesos. La omisión de los uniformados tlilapenses no sólo exhibe una falta de profesionalismo y cultura vial, sino que proyecta un mensaje de impunidad, es decir, quienes deberían hacer cumplir la ley, la transgreden sin reparo. Y no es un hecho aislado. En Orizaba, incluso el presidente municipal, Juan Manuel Diez Francos, fue señalado por circular en una unidad de lujo sin placas, dando el ejemplo de gobierno corrupto.
Los habitantes están indignados debido a que denunciaron la situación, pero la Dirección de Seguridad Pública de Orizaba, bajo el mando de Juan Manuel Diez, no realizó inspecciones ni acciones para corregirlo.
La falta de supervisión confirma la percepción de impunidad entre los cuerpos policiacos.


