Efraín Hernández
El Buen Tono
Fortín.- Mientras el ayuntamiento de Ixtaczoquitlán avanza en gestiones y acciones para rehabilitar el tramo que le corresponde de la carretera federal, el de Fortín, que preside Gerardo Rosales Victoria, mantiene en abandono el entronque de la Barranca de San Miguel.
Automovilistas denunciaron lo anterior, y añadieron que se trata de una vía de comunicación estratégica que divide a los dos municipios y que se encuentra en condiciones deplorables.
La Barranca de San Miguel, ubicada sobre la carretera federal Orizaba-Córdoba, es un punto de tránsito obligado para miles de vehículos que circulan entre Ixtaczoquitlán, Fortín y municipios aledaños.
Sin embargo, del lado que corresponde a Fortín, la falta de mantenimiento provocó baches, deslaves y un deterioro generalizado en la carpeta asfáltica, lo que representa un riesgo constante para automovilistas y transportistas.
Mientras en Ixtaczoquitlán el gobierno municipal que encabeza Nahum Álvarez Pellico, buscó alternativas para atender su tramo mediante gestiones ante instancias estatales y federales, además del uso de recursos propios, en Fortín la administración de Gerardo Rosales Victoria, permanece omisa, lo que también es corrupción, y sólo busca cómo robarse los recursos públicos en los últimos cuatro meses de gestión.
Cabe hacer notar que hasta el momento se carece de alguna intervención en la zona, pese a que se trata de una vialidad compartida y de alto flujo vehicular.
La omisión fue motivo de cuestionamientos de los ciudadanos, que hicieron notar el evidente rezago y deterioro de la infraestructura pública del municipio que gobierna Morena.
