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Jerécuaro, Gto. — Si eres amante de la aventura, la naturaleza y los paisajes memorables, la Presa del Ángel, conocida por los lugareños como “Presa del Juguete”, es un destino que debes incluir en tu próxima escapada. Ubicada a solo 5.3 kilómetros al sureste de la cabecera municipal de Jerécuaro, esta joya natural es ideal para quienes buscan salir de la rutina y vivir una experiencia al aire libre.
Uno de sus mayores atractivos es su puente colgante de madera, que une cerro con cerro y se eleva 30 metros sobre el nivel de la presa, regalando una vista panorámica impresionante a quienes se atreven a cruzarlo. La experiencia es tan emocionante como inolvidable.
Inaugurada el 27 de noviembre de 1963 bajo el nombre de Presa del Ángel, la construcción fue rápidamente rebautizada por los habitantes como Presa del Juguete, debido a su cercanía con la comunidad del mismo nombre. Desde entonces, cada año el 27 de noviembre, los pobladores celebran su aniversario con una tradicional fiesta.
Además del puente, los visitantes pueden disfrutar de múltiples actividades como rappel, escalada en roca en su barranca de 40 metros, senderismo y paseos en lancha. Para quienes prefieren relajarse, hay palapas y un quiosco, perfectos para convivir en familia, escuchar música y saborear la comida típica de la región.
La presa está rodeada por inmensos árboles y formaciones rocosas, que en conjunto forman una cortina natural que embellece el paisaje y brinda un ambiente fresco y acogedor.
Jerécuaro, ubicado a 2 horas con 31 minutos de León, limita al norte con Apaseo el Alto, al noroeste con el estado de Querétaro, al sur con Tarandacuao, al suroeste con Acámbaro, al este con Coroneo y al oeste con Tarimoro. El municipio cuenta con más de 176 comunidades, de las cuales 25 tienen haciendas.
Entre sus atractivos turísticos más destacados se encuentran la Parroquia de San Miguel Arcángel, el Monumento a Benito Juárez, el Monumento a Miguel Hidalgo y Costilla, la Hacienda de Sabanila y el Paseo de los Sabinos.
La Presa del Juguete es, sin duda, uno de los tesoros escondidos de Guanajuato, ideal para quienes desean reconectar con la naturaleza, disfrutar del aire libre y vivir momentos únicos en un entorno seguro, familiar y lleno de historia.
