De la redacción
El Buen Tono
La Ciudad de México vuelve a ser escenario de preocupación por la operación de clínicas estéticas privadas. Yanderi P., una joven que acudió a la Clínica Star Médica, en la alcaldía Miguel Hidalgo, perdió la vida tras someterse a una liposucción.
Según el periodista especializado Carlos Jiménez, la paciente presentó fuertes dolores en la columna y problemas de visión tras el procedimiento. A pesar de estos síntomas, el médico responsable, Jesús Fernando Gallardo García, la dio de alta, y horas después Yanderi falleció.
Entre 2020 y 2024, cifras de la Cofepris y la Secretaría de Salud registraron al menos 150 muertes vinculadas a cirugías estéticas, principalmente liposucciones, que representan hasta una cuarta parte de los casos. Solo en 2025 se han reportado 10 casos notorios en estados como CDMX, Nuevo León y Tamaulipas, con complicaciones que incluyen embolias pulmonares, infecciones, perforaciones de órganos, sobredosis de anestesia y negligencia médica postoperatoria.
A pesar de que la normativa exige que estos procedimientos se realicen en hospitales certificados y por cirujanos plásticos acreditados, muchas clínicas operan sin licencia o con médicos generales haciéndose pasar por especialistas. Este año, al menos cinco establecimientos en Miguel Hidalgo han sido clausurados por irregularidades. La Fiscalía General de Justicia de la CDMX analiza si hay elementos para abrir una investigación por homicidio culposo o negligencia médica, delitos que pueden alcanzar hasta ocho años de prisión.
Autoridades sanitarias recomiendan verificar que los médicos cuenten con certificación vigente ante el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, y que las clínicas tengan permisos de la Cofepris.
La tragedia de Yanderi se suma a la lista de muertes que evidencian la falta de control y la proliferación de clínicas estéticas irregulares en la Ciudad de México.
