AGENCIA
Brasil.- Gerson de Melo Machado, un joven de 19 años con diagnóstico de esquizofrenia, murió de manera brutal este domingo tras ingresar voluntariamente a la jaula de una leona en el parque zoobotánico de João Pessoa, Brasil. El incidente ocurrió alrededor de las diez de la mañana, cuando Machado escaló un muro de seis metros, superó paneles de protección y descendió por una palmera hacia el interior del recinto, según registraron visitantes en videos difundidos en redes.
Dentro de la jaula se encontraba Leona, una leona adulta que descansaba bajo el sol. En cuestión de segundos, el felino se incorporó y atacó al joven, provocándole heridas mortales. Machado, conocido como Vaqueirinho, creció en la red pública de acogida tras ser separado de su familia a temprana edad debido a los graves problemas de salud mental de su madre y abuelas, quienes también padecían esquizofrenia.
Profesionales que lo atendieron a lo largo de su vida denunciaron públicamente el abandono institucional que sufrió. La consejera tutelar Verónica Oliveira relató que conoció a Machado cuando tenía 10 años, luego de ser encontrado solo en una autopista. A pesar de mostrar signos tempranos de esquizofrenia, los especialistas atribuyeron su conducta a problemas de comportamiento, retrasando su diagnóstico y tratamiento.
Oliveira también recordó que el joven carecía de noción de peligro. En una ocasión intentó viajar de forma ilegal encaramándose fuera de un avión. Siempre repetía que quería ir a África para domar leones, un sueño que se acentuó con el paso del tiempo.
Tras cumplir la mayoría de edad, Machado quedó sin apoyo institucional, ya que no existían albergues con programas de seguimiento en João Pessoa. Pasó del sistema de acogida a la prisión, donde entró y salió varias veces por pequeños delitos, recibiendo tratamientos psiquiátricos intermitentes. Un funcionario penitenciario que lo conoció denunció que el joven actuaba con la madurez de un niño de cinco años y requería apoyo especializado que nunca obtuvo.
El caso ha reavivado el debate sobre el abandono que enfrentan personas con enfermedades mentales severas en condiciones de extrema vulnerabilidad. La falta de atención, seguimiento y espacios adecuados para su tratamiento aparece como un factor clave en la tragedia.
Por su parte, el parque zoobotánico cerró sus puertas tras el incidente y defendió sus protocolos de seguridad. El veterinario Thiago Nery explicó que lograron resguardar a Leona sin tranquilizantes y que el animal quedó visiblemente estresado. Detalló que la leona se encuentra bajo observación y seguimiento por parte de biólogos y veterinarios, como marcan los protocolos aplicables cuando un felino tiene contacto directo con un ser humano.
La muerte de Machado expone nuevamente las consecuencias del abandono institucional hacia jóvenes con enfermedades mentales y los vacíos en políticas públicas para garantizar su seguridad y tratamiento oportuno.
