DE LA REDACCIÓN
EL BUEN TONO
Córdoba.- Con su informe final a la vista, la administración de Juan Martínez Flores se dispone a cerrar un ciclo que muchos ciudadanos califican de desastroso e ineficaz. En lugar de atender los problemas más urgentes de infraestructura, el gobierno municipal ha optado por soluciones superficiales y costosas, como el balizamiento del Centro Histórico, una obra inútil que, lejos de mejorar la movilidad, ha generado caos vial y evidencia una desconexión total con las necesidades reales de la ciudad.
Mientras el tráfico se colapsa por una obra innecesaria, los problemas estructurales y de seguridad en las calles siguen siendo ignorados.
El gobierno municipal ha preferido malgastar el dinero en proyectos vacíos, mientras la ciudadanía enfrenta una creciente sensación de abandono.
A esto se suma un despilfarro de recursos públicos en altas nóminas y aguinaldos a funcionarios que claramente no han cumplido con su responsabilidad. Este derroche de dinero público ha ido de la mano con la ineficiencia y la falta de respuestas a los problemas fundamentales que enfrenta Córdoba.
La ineptitud del gobierno se refleja no solo en el caos vial, sino en el peligro latente en las calles de la ciudad.
Las condiciones deplorables en la calle 11, entre las avenidas 1 y 3, o en la “Calle Mágica” de la avenida 4, donde los bloques de concreto están severamente desnivelados, muestran un total desinterés por la seguridad y el bienestar de los ciudadanos. La colonia Carranza tiene una coladera abierta lleva semanas sin reparación, mientras las autoridades hacen caso omiso de los riesgos que esto representa.
Este panorama desolador contrasta con las calificaciones que circulan a nivel nacional. Según un reporte de Arias Consultores, Juan Martínez Flores es uno de los peores alcaldes evaluados en un estudio comparativo. Esta calificación no solo es justa, sino que subraya la corrupción y la total falta de capacidad de un gobierno que ha dejado a la ciudad sumida en el abandono.
