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La crueldad

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La crueldad es la fuerza de los cobardes.

Nomás imagínese ustedes la angustia y desesperación de los familiares de los periodistas decapitados por esta manga de desalmados del grupo yihadista sunní del Estado Islámico, o bien de las muchachitas menores secuestradas por estos inclementes sádicos de Boko Haram.

Lo dicho: La crueldad, la fuerza de los cobardes.

APERITIVO: Guerrero cruel

Todavía no daban las nueve de la noche, cuando la aparente tranquilidad de Iguala, pequeña población del estado de Guerrero, estaba por verse interrumpida aquel viernes cálido de septiembre.

Como estampida, se acercaron a los linderos del pueblo cuatro autobuses llenos de estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa. Gritaban y coreaban consignas. Los camiones habían sido tomados por la fuerza de manera previa, como solían hacer para realizar sus protestas.

Muy cerca de ahí, los ojos avizores de los vigías del pueblo, alertaban la situación. No se trataba de policías, sino de halcones es decir, vigilantes del grupo criminal de Guerreros Unidos, amos absolutos del pueblo.

Tan es así que las alertas por radio fueron emitidas para la propia policía de seguridad pública de Iguala, al servicio del crimen organizado, por extensión de su alcalde, presunto miembro distinguido, junto con su esposa, pariente de la crème de la crème de sus operadores.

Lo que las autoridades del municipio asumieron, es que los jóvenes se aprestaban a sabotear el acto que presidía la esposa del alcalde con motivo de su informe de actividades.

Así, con esta idea, dieron la orden que resulto mortal. Frenar a los normalistas, bajo la orden de A-5, como identifican al Alcalde de Iguala, José Luis Abarca.

Bloquearon la carretera, abrieron fuego contra los normalistas, secuestrando a varios de quienes se presume eran los normalistas. Los subieron a un camión de redilas y enfilaron a Pueblo Viejo.

La información que corrió a partir de ahí, con estos siniestros operadores, era que Los Rojos, grupo rival en el universo criminal local, habían “causado disturbios en Iguala” . No se volvió a saber de aquel “cargamento” humano. El México cruel.

Esta versión de los hechos es la principal hipótesis que maneja la Procuraduría General de la República, que responsabiliza de manera directa a el alcalde de Iguala y su esposa del delito de desaparición forzada de los 43 normalistas.

En el transcurso de las investigaciones, en medio del escándalo internacional, se han hallado varias fosas clandestinas con más de una treintena de cadáveres.

Con una insensibilidad absoluta, políticos de todo pelaje suspiraban aliviados al informar que no se trataba de los normalistas. Uf, que suerte, ¿no? Quién sabe quiénes sean. Sí, claro, seres humanos , pero los normalistas, no.

Crueldad infinita en un país en donde la vida vale un carajo. El arma de los cobardes.

PIATTO FORTE: La humedad política

Como se sabe, la política es como la humedad. Se cuela por todos lados, y ya ha empapado a este caso.

Mucha gente me pregunta si servirá de algo que Ángel Aguirre, el gobernador de Guerrero, haya renunciado.

Para fines prácticos, su inutilidad no haría la diferencia en cuanto los resultados.

Pero su permanencia era insostenible. A ningún gobernador de Guerrero, o del país, le habían quemado el palacio de Gobierno. Cuando eso sucede, ya no hay nada que hacer.

Añade algo de claridad , ya que, valiendo un sorbete que 43 normalistas estén desaparecidos más las otras decenas de fosas llenas de cadáveres, el debate se centraba en la persona de un gobernador. Sí renunciaba o no. Ya basta.

¿Qué quien tenía la responsabilidad? Pues todos, en todos los niveles.

A nivel municipal, el alcalde y su esposa son los directamente señalados por PGR como los responsables de desaparición forzada de los normalistas y lo que resulte. A nivel federal, tiene ahora la responsabilidad de esclarecer este caso de delincuencia organizada, dar con los culpables y ponerlos en la cárcel. A nivel estatal, por omisión.

El gobernador con licencia sabía de los nexos con el crimen organizado del alcalde y no hizo nada.

Más allá de ello, la indignante impunidad y la debilidad institucional es resultado de un abandono pertinaz de las administraciones locales. Estas cosas pasan, porque dejan que pasen. Por esta cultura de impunidad. De violencia. De crueldad, arma absoluta de cobardes absolutos.

DOLCE: El  impacto  internacional

La condena al hecho que hace el Parlamento Europeo no es para echarse en saco roto. Aunque sea acompañado por el propio gobierno de México.

La buena noticia es que los ojos del mundo están en este caso y en nuestro país. Nada mejor que arrojar luz, tener muchos ojos, para esclarecer los hechos . Café con carácter de urgente.

                Twitter: CiroDi

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