POR: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ
Desde hace mucho tiempo el pueblo veracruzano clamaba por un cambio radical que traiga seguridad, educación, salud, empleos, un campo productivo, etc., y que desaparezca la corrupción, la impunidad, los grandes y perversos males que sembraron los hombres y mujeres sin escrúpulos, despiadados, que demostraron los grandes complejos y frustraciones que tienen, desquitándose con la sociedad veracruzana.
Es verdad que serán sólo veinticuatro meses que estará en acción el nuevo Gobierno Estatal que preside Miguel Ángel Yunes Linares, después que arrasara en el histórico movimiento electoral el pasado 5 de junio 2016, y ya parece, ojalá no nos equivoquemos, se empiezan a sentar las bases de un nuevo Estado de Veracruz.
El pueblo y las nuevas autoridades estatales saben perfectamente que no será fácil la tarea de reconstruir, pues han encontrado destruido todo, hasta los cimientos de lo que algún día fue esta Entidad Federativa, que si se hubiera cuidado hubiera servido para alimentar a todo el País.
Los ejecutivos estatales, desde hace más de tres sexenios, se convirtieron en los principales dirigentes del perjuicio, del mal, de la destrucción de todas las secretarías, de todas las instituciones, llámense educación, salud, agricultura, etc., para haberse convertido en lugares de pillaje, de robo, para amasar fortunas sin haberles importado el hambre, vestido, salud, trabajo, etc., que urgen a los habitantes de Veracruz.
Los tres últimos gobernantes estatales acabaron con todo, se recuerda que uno de ellos vivía junto a la residencia que ocupaba un presunto individuo de la delincuencia organizada; otro dio el permiso para que pudieran desplazarse libremente en el Estado; y el último dio rienda suelta a sus ambiciones personales junto con todos sus secuaces, dejando todas las arcas totalmente vacías, y un espantoso endeudamiento.
Toda la clase política sabía desde siempre lo que estaba ocurriendo, como el Gobierno Federal, los senadores, los Diputados Federales y Locales, y todas las dependencias que, supuestamente, debieron estar pendientes del manejo de las finanzas públicas estatales, aún sin embargo callaron, convirtiéndose así en cómplices tocándoles también gran parte del botín, como se ha venido sabiendo conforme han ido pasando los días.
El partido político y sus satélites al que pertenecen todos ellos, siempre han sido representativos de la corrupción iniciada desde hace muchas décadas, pero sucede ahora que muchos de ellos que han terminado de trabajar como empleados del Ejecutivo Estatal pasado, quieren participar el año entrante en los comicios donde se van elegir los Presidentes municipales de los doscientos doce Ayuntamientos, o fueron parte de la estructura del Gobierno Estatal, quieren participar como candidatos a esos puestos de elección popular.
Un caso muy marcado en la Cuenca del Papaloapan, particularmente Cosamaloapan, Ver., es Juan René Chiunti Hernández, de un negro historial y quien ha sido dos veces Presidente municipal, dos veces Diputado Local, y quien en ningún aspecto benefició al municipio, ni al distrito, ahora quiere ser por tercera vez Presidente municipal. Los anteriores presidentes municipales de Cosamaloapan, Ver., siempre se han quejado que no pudieron hacer más obra material por el endeudamiento que dejó ese individuo, pero tampoco ninguno de ellos verdaderamente presionó con las acusaciones que se le hicieron en su momento para que hubiera aclarado su situación y, de otra manera, haber procedido en contra de él ante las autoridades competentes.
Ese individuo formó parte del Congreso Local pasado y, por consiguiente, también fue copartícipe del cochinero que se destapó en el Estado de Veracruz, llevándolo a la total ruina, es decir, formó parte de la corriente duartista, habiendo siempre levantado el dedo aprobando todas las iniciativas que presentó.
Los partidos políticos, si es que quieren ir limpiando su prestigio, deben hacer un verdadero estudio de los que están aspirando a participar en los comicios del año entrante, como es el caso que estamos anotando, pues se trata de un individuo que ha saltado en casi todos los partidos, y ahora no se sabe por cuál pretende participar en esas elecciones.
