

De la Redacción
EL BUEN TONO
Yanga.- Como un ciclo que se renueva cada año, la congregación La Laguna vuelve a lucir el cuerpo de agua que le da nombre, gracias a las lluvias recientes que han llenado los sótanos y áreas naturales de la zona. Este fenómeno, lejos de causar afectaciones, se ha convertido en un atractivo que embellece el lugar, rodeando un montículo y creando un paisaje único para residentes y visitantes.
La formación de la laguna es posible gracias a las características del terreno, donde el agua de lluvia se acumula en depresiones naturales y sótanos, dando vida a un ecosistema temporal. “Es como si el pueblo recuperara su identidad. Cada año esperamos con emoción este momento”, comentó un habitante de la zona.
