El peso se subió al carro de la montaña rusa. La moneda mexicana se ha depreciado frente al dólar en las últimas semanas y la tendencia continuará en el mediano plazo.
La debilidad de la moneda mexicana obedece, en principio, a la incertidumbre por el cierre de las negociaciones en la modernización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que se han estancado en las reglas de origen para el sector automotriz, la estacionalidad para productos agrícolas y la cláusula de terminación.
“El alargamiento de las discusiones para cerrar el tratado prolongará la caída de la moneda mexicana”, dice Miguel Ángel Corro, director del Departamento de Economía del Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe.
Desde principios de enero hasta mediados de abril de este año, la divisa mexicana había logrado una apreciación frente al billete verde de 8.47 por ciento, equivalente a 1.67 pesos, sin embargo, los últimos episodios de volatilidad han hecho que el peso borre todas las ganancias conseguidas en lo que va de este año. La semana pasada, la moneda perdió cerca de 1.0 por ciento de su valor frente al dólar estadounidense.
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