

AGENCIA
Ciudad de México.- El abogado oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz se posicionó en primer lugar en la votación para nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), superando a las actuales ministras Lenia Batres y Yasmín Esquivel. Sin embargo, especialistas del ámbito jurídico y político consideran que este resultado no fue sorpresivo, sino parte de una estrategia previamente calculada.
En entrevista con La Silla Rota, Arturo Pueblita, presidente del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados, afirmó que desde hace dos semanas el nombre de Aguilar Ortiz ya sonaba con fuerza en el círculo rojo legal, especialmente entre versiones de que el voto fue inducido con acordeones para impulsar su figura como un ministro de origen indígena, en representación de la mixteca oaxaqueña.
“Era una forma de mandar el mensaje de un ministro surgido del pueblo y, al mismo tiempo, restarle protagonismo a Batres y Esquivel. No hay sorpresa”, apuntó Pueblita.
Ministros ligados
al oficialismo
El abogado también alertó que, conforme a los resultados preliminares, las cinco mujeres que integrarán la Corte a partir del 1 de septiembre están claramente vinculadas con el oficialismo. Entre ellas, las tres que buscan repetir en el cargo: Lenia Batres, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz, todas propuestas durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, además de María Estela Ríos, exconsejera jurídica del presidente, y Sara Irene Herrerías, fiscal en la FGR.
En cuanto a los hombres, también se advierte una línea directa con el Poder Ejecutivo. Aparte de Aguilar Ortiz, fueron elegidos:
*Giovanni Azael Figueroa Mejía, académico de la Universidad Iberoamericana
*Irving Espinosa Betanzo, exmagistrado anticorrupción en CDMX
*Isaac de Paz González, miembro del Sistema Nacional de Investigadores
“Todos fueron perfiles palomeados y cercanos al poder. Ninguno tiene experiencia como juez de amparo o en el Poder Judicial Federal”, destacó Pueblita.
Críticas al proceso
Por su parte, el politólogo José Antonio Crespo calificó como sorpresiva la victoria de Aguilar Ortiz, pues se esperaba que alguna de las ministras repitiera en el cargo.
“Desde el inicio, esta elección tuvo un propósito claramente antidemocrático: borrar la división de poderes. El Legislativo ya quedó subordinado con la mayoría calificada, y ahora se intentó hacer lo mismo con el Judicial, disfrazándolo de proceso democrático”, señaló Crespo.
La configuración final de la SCJN, con perfiles señalados como cercanos al Ejecutivo federal, ha generado inquietud entre juristas, quienes advierten sobre una posible falta de autonomía judicial en un momento clave para el equilibrio de poderes en el país.
