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La Rama; una tradición que sigue viva

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Adriana Estrada

El Buen Tono

Orizaba.- En las cálidas noches de diciembre en el territorio veracruzano, inicia un peculiar desfile de luz y canto que se hace presente en las calles, niños y jóvenes, en su mayoría, recorren las casas cargando unas ramas de árboles decoradas y entonando la tradicional “Rama” a cambio de una moneda.

La rama adornada con faroles escarcha, globos y luces, es llevada por un grupo de niños que al llegar a una casa entonan coplas como parte de una celebración navideña que, aunque se extiende por varios estados del Golfo y el Caribe mexicano, encuentra en Veracruz su máxima expresión.

La tradición se celebra durante las posadas, del 16 al 24 de diciembre, y consiste en visitar las casas del vecindario para cantar y recibir un aguinaldo, tradicionalmente eran dulces y frutas, aunque en la actualidad se ha convertido en recibir monedas, que después se reparte entre los que conformaron el grupo de la rama.

El alma de la Rama está en las coplas que se entonan, rimas transmitidas por generaciones, aunque pueden variar según la creatividad de los cantantes, mismas que entonan junto con algunos instrumentos, como panderos y maracas, en algunos casos guitarras.

En la actualidad, la tradición de La Rama se enfrenta al desafío de la permanencia, pues los cambios sociales, culturales y tradicionales que se tienen, ponen en peligro su existencia, y en gran medida depende de las nuevas generaciones, que la viva, disfruten y la reconozcan como parte invaluable de su herencia.

Coplas tradicionales de La Rama:

“Hola buenas noches, ya estamos aquí, aquí está la rama que les prometí, que les prometí venir a cantar, pero mi aguinaldo me tienen que dar”.

“Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la virgen que todas las flores”.

Para despedirse, si fueron bien recibidos: “Ya se va la Rama muy agradecida porque en esta casa fue bien recibida”.

Si no recibieron aguinaldo: “Ya se va la Rama muy desconsolada porque en esta casa no le dieron nada”.

El origen 

de la Rama

Algunos historiadores vinculan la tradición con la “Panquetzaliztli”, una celebración mexica del solsticio de invierno dedicada al dios Huitzilopochtli, donde se utilizaban ramas decoradas.

Sin embargo, la versión más documentada apunta al siglo XVI, cuando los frailes evangelizadores en la Nueva España promovieron procesiones con ramas adornadas. Esto les permitió incorporar un símbolo de vida y renovación presente en las culturas indígenas a la narrativa cristiana de la búsqueda de posada de José y María.

Con el tiempo, la tradición perdió parte de su solemnidad inicial para ganar en alegría, picardía y espíritu festivo. Para el siglo XIX, en barrios de Veracruz se convirtieron en una celebración comunitaria llena de color y música.

Aunque la tradición se practica en varios estados, en Veracruz tiene mayor presencia, ya que es parte fundamental de las nueve posadas. En el Puerto de Veracruz, los grupos, a veces vestidos con trajes jarochos, recorren las calles cada noche. El aguinaldo recolectado suele destinarse a financiar una posada comunitaria final, donde se comparten alimentos típicos.

Mientras que la creatividad en la decoración de las ramas y en las rimas improvisadas es una característica de cada grupo y que muchas veces influye en el aguinaldo que los ciudadanos deciden desarme a cada grupo.

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