


efraín hernández
EL BUEN TONO
Amatlán.- El penal de mediana seguridad La Toma y los juzgados exteriores en Amatlán, Veracruz, sufren un abandono total desde su inauguración en 2003.
A pesar de contar con fondos federales para mantenimiento, las instalaciones permanecen en condiciones deplorables: caminos llenos de baches, humedades y filtraciones que deterioran paredes y ponen en peligro a usuarios y trabajadores.
La corrupción y la falta de vigilancia han permitido que los recursos destinados se desvíen, mientras nadie asume responsabilidad ni toma medidas para frenar el deterioro. Esta negligencia afecta la seguridad del penal y obstaculiza el acceso a la justicia, pues los caminos en pésimo estado dificultan el tránsito de personal y servicios esenciales.
Sin un compromiso real para recuperar fondos y supervisar su uso, La Toma y sus juzgados continuarán en el abandono, un reflejo de la impunidad y la mala gestión que condena a la reinserción social y al sistema judicial en Veracruz.

