

Después de una década de trabajar arduamente en Estados Unidos, Irma Guadalupe regresó a México con la ilusión de recuperar la casa que dejó bajo resguardo familiar. Sin embargo, lo que encontró fue una pesadilla: su vivienda había sido invadida por dos mujeres, quienes no solo se negaban a irse, sino que la insultaron y se burlaron de su condición de migrante.
“¿Tiene usted esposo?”, le cuestionaron con sarcasmo. La llamaron “deportada” y aseguraron que ellas eran las dueñas. En un video que circula en redes sociales, se ve cómo las mujeres se burlan de Irma y su hija Daniela, dando la vuelta para volver a ingresar al domicilio.
Según relató Daniela, las mujeres en algún momento pagaron unos pocos meses de renta, pero después dejaron de cumplir con los pagos. A pesar de los esfuerzos legales por recuperar la propiedad, la vía jurídica no dio frutos. La casa había estado bajo el cuidado de un pariente desde hacía más de 20 años.
Fue gracias a la presión social en redes —donde fueron apodadas como las “Ladys Invasoras”— y al respaldo vecinal, que el caso tomó fuerza. “Ellas siempre decían que habían comprado la casa. Todos pensamos eso por años”, comentó una vecina, quien también apoyó el desalojo.
Pero no fue hasta que la Guardia Nacional intervino, que las invasoras salieron huyendo. “¡Patitas pa’ qué las quiero!”, dijo una vecina entre carcajadas. “Salieron como ratas”, agregó.
Los gritos de “¡Desalojadas! ¡Desalojadas!” retumbaron entre los aplausos de los vecinos, quienes celebraron el regreso de las legítimas propietarias. Incluso, testigos relatan que una de las mujeres fue sacada entre jaloneos por su negativa a abandonar el lugar.
Aunque el inmueble fue encontrado en condiciones deplorables y requerirá una restauración total, Irma Guadalupe y su hija Daniela recuperaron lo que les pertenece.
Esta historia es un ejemplo más del calvario que viven muchos mexicanos en el extranjero, quienes al regresar, encuentran sus propiedades tomadas y los procesos legales estancados. Esta vez, gracias al poder de las redes sociales y el respaldo de la comunidad, la justicia llegó sin tener que esperar más años.
