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Las locuras del emperador Peña

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El tema de esta semana, el gasolinazo

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, como novia primeriza, en apenas 24 horas dijo que no, luego que siempre sí y entonces mejor que no. ¿El tema? los gasolinazos.

El año pasado cambió también su política sobre los energéticos tres veces, este año lleva dos, así que parece que vienen con todo, o está embarazada.

El jueves publicó que sí pueden darse nuevos gasolinazos, el viernes que no, o al menos este año, por lo pronto ya tenemos un tres por ciento más cara la gasolina y, como madre soltera enojada, no nos explica el por qué la publicación anterior… mucho menos la del viernes y si otro día publican otra cosa, tampoco habrá
un por qué.

La cuestión es que el precio del petróleo está como las Chivas del Guadalajara; realmente en una situación miserable. Y ese es el pretexto que nos pueden ofrecer para sí subir o mantener en incertidumbre los precios de sus derivados. Lo que yo no entiendo ya que no conozco mucho estos temas, es por qué si antes el precio del barril de crudo era estable en 90 dólares o más, de todos modos nos subían el costo de la gasolina, pese a que somos un país productor. ¿O nos están tratando de decir, que sin importar la situación externa, como redondeo obligatorio de Soriana, nos la van a dejar caer? Si es eso, creo que ya les entendí, porque vamos, ahora que el crudo es más barato que un puesto plurinomial en Morena, aceptaría un incremento en el precio para compensar la pérdida en ingreso del PIB, empero, todo el tiempo restante que no sufrió mayores variaciones, ¿cuál puede ser el pretexto? ¿Van a hacer su Infonavit de casitas blancas todos los políticos con ese dinero que nos sangran?

En 2014, Hacienda dijo que gracias a la reforma energética de Copete Boy, los precios no subirían. Hubo quien se lo creyó, de verdad, lo digo con franqueza, mucha gente le sigue creyendo a este tipo de declaraciones mediáticas. El asunto es que nuevamente nos encontramos ante un escenario de incertidumbre; con todo y sus reformas, el país sigue la misma línea que parece ir en dirección a una devaluación del peso. Bienvenido de vuelta, PRI.

 

Cosecha 2015

Los intelectuales y conocedores de aquello que acontece en la ciudad han hecho minicumbres en los cafés y el tema es razonable; Córdoba está estancado.

Y aunque parece que soy Nostradamus, gracias a Tomás Ríos, el mejor Córdoba sigue siendo un mal Orizaba.

Pasaron los JCC y no hay, salvo por los trozos de lona que quedaron colgados en el bulevar Tratados de Córdoba y una peligrosa parada de autobús, ningún beneficio que reportar. Muchos trabajadores de las diferentes empresas que apoyaron la celebración de dicho evento, siguen como antorchistas, con la mano extendida esperando su pago —aunque los antorchistas me parece que la tienen así por default—.

La entrada a dicho bulevar está rota, destruida, como hace un par de meses estaba la salida frente al edificio de la PGR. La gente considera que se ha desgastado, lo curioso es que costó varios millones y uno cree que como la casita blanca de la Gaviota, algo tan caro debería durar un poco más.

En ese mismo y maravilloso bulevar que conecta a la hermana república de San Román con el infonavit en el que está convertido Córdoba Centro, hay unos hermosos postes caídos que se han considerado como topes. Mismos que estaban retirando una semana antes de que comenzaran los Juegos, sin embargo, fieles a su visión, los trabajadores del Ayuntamiento encargados de cancelarlos, dieron unos veintinueve golpes y como vieron que sí se podía, lo dejaron para otro día, concretamente para el 31 de febrero, aunque esto último es mera especulación mía.

Después del exótico pinito de Navidad —que sirvió para protestar solamente por Ayotzinapa— que gracias a la psicodélica y vanguardista visión de Tomás Ríos hemos podido disfrutar, estamos esperando que haya oportunidad de removerlo a ver si de pura casualidad termina siendo donado a alguna colonia irregular de
antorchistas.

¿Qué podemos esperar este año en esta ciudad, cuna de la Independencia de México y paso obligado de quien viaje al Norte o al Sur del país?

Más de lo mismo. Calles rotas, luces muertas, más delincuencia que glucosa en la fábrica de Willy Wonka, más manifestaciones.

Es un panorama triste, pero es enero, y hay todavía más de 300 oportunidades para levantarnos y crear el cambio que deseamos, por que el cambio somos nosotros, nuestras acciones diarias.

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