José Juan
El Buen Tono
La elección interna del PAN en Córdoba, programada para el 5 de octubre, ha revelado la traición de Leticia López Landero, quien no solo respalda a Paola Castellanos, coordinadora del Partido del Trabajo, sino que también mantiene vínculos con Morena. Actualmente tienen bajo su influencia a Marcos Galicia, quien fracasó en su intento de dirigir el PAN municipal, y la exalcaldesa envió a su equipo a operar a favor de esta fuerza política, dejando en evidencia que sus intereses personales están por encima de los del partido.
En su afán de retomar el control del PAN, Leticia busca imponer a su hijo, Isaac Luz López, como dirigente municipal, maniobra que ha desatado la indignación de la militancia albiazul. La dupla no se limita a operar dentro del partido; también se reunió con Manuel Alonso Cerezo en un conocido restaurante ubicado en los límites de Córdoba y Fortín, encuentro que confirma la alianza con figuras marcadas por la corrupción y la impunidad, provocando repudio entre los panistas de corazón.
La inacción de Adrián Pérez Croda, quien no expulsó a Leticia pese a sus claros actos de traición y violaciones al código de ética del partido, ha permitido que esta dupla continúe minando la estructura interna del PAN, debilitando la confianza de la militancia y erosionando la credibilidad del partido en la ciudad.
