


De la redacción
El Buen Tono
Córdoba.- La corrupción volvió a evidenciarse en el ayuntamiento con la reincorporación de Arturo Acosta Galán, excoordinador del rastro municipal, quien había sido separado del cargo en septiembre por cobros indebidos y manejos fraudulentos. A pesar de su historial, fue reinstalado en el área de Limpia Pública con la aprobación del coordinador de Servicios Municipales, René Moshé Burguette, personaje señalado por sus vínculos con el llamado cártel inmobiliario.
De acuerdo con trabajadores de Servicios Municipales, quienes solicitaron el anonimato por temor a represalias, la orden de devolverle el puesto a Acosta Galán fue emitida por el propio Burguette, con pleno conocimiento y respaldo del alcalde Juan Martínez Flores. “Aquí nadie se mueve sin que el presidente lo sepa, y todos saben que René tiene su protección”, afirmaron los empleados, al señalar que ambos funcionarios mantienen un pacto de complicidad que garantiza impunidad dentro de las áreas operativas.
Las fuentes consultadas aseguraron que Burguette sostiene acuerdos de moches y favores con exservidores del rastro municipal, a quienes reincorpora en distintos cargos para mantener su red de control.
Su nombre ha sido vinculado con Manuel Alonso Cerezo, líder del cártel inmobiliario, con quien se le ha visto en reuniones privadas y a quien ha expresado su respaldo para la próxima administración.
Mientras tanto, los trabajadores que conocen las irregularidades callan por miedo, y los ciudadanos observan cómo los mismos rostros del pasado regresan a ocupar espacios en un ayuntamiento cada vez más hundido en la desconfianza y el descrédito.

